Semana del 13/1/17 al 20/1/17
Semana del 13/1/17 al 20/1/17
Palabras del Editor

Armando el rompecabezas de 2017

Aún bajo un considerable nivel de incertidumbre, el año que comienza nos augura algunas condiciones objetivas que pueden servir de referencia para la planificación estratégica de las empresas y entes financieros. Como era de esperarse, el recién decretado aumento de salario mínimo confirma una de las tendencias que observaremos los próximos meses y que habíamos anticipado en nuestros informes anteriores.

El nivel de ingresos en divisas seguirá atado directamente al comportamiento de la cesta de crudo venezolano, que mantiene un nivel promedio de 45,19 dólares por barril en las primeras semanas de 2017.

De mantenerse en la franja entre 42 y 45 dólares, rango que consideramos presentará al cierre de este año de acuerdo con nuestras proyecciones, el Estado contará con alrededor de 6.000 millones de dólares adicionales en sus ingresos, lo que permitirá alejar el fantasma del default (Pdvsa y la Republica enfrentan una deuda este año de US$ 9.752 millones) y veamos una leve recuperación de la oferta de bienes y servicios tanto por la vía de las importaciones de productos finales como de insumos para la producción local.

Este dato es de suma utilidad para la empresa local, que puede anticiparse a condiciones que permitan un incremento en la capacidad de producción, fundamentalmente impulsada por cierta holgura en la disponibilidad de insumos en comparación con las condiciones que se vivieron en 2016. Sin embargo, para capitalizar esta oportunidad existen otros aspectos estratégicos a tener en cuenta.

En el ámbito cambiario, es de esperar que se registre una devaluación oficial en el tipo de cambio Dipro, sin descartar una tendencia similar en el Simadi/Dicom que debe superar el nivel de los 1.000 Bs/$ en los próximos meses, como medida compensatoria al incremento en el gasto público típico de un año electoral que comienza su expansión con el recién anunciado incremento salarial de 50% en el sueldo mínimo y ajustes adicionales en los tabuladores de la administración pública. También se mantendrá el financiamiento monetario del déficit fiscal, permaneciendo el fenómeno inflacionario.

Precisamente, no observamos una recuperación de la demanda pese a los reiterados y cada vez más frecuentes aumentos salariales, anulados por la persistencia de una elevada inflación, a pesar de que la aceleración de los precios tendería a atenuarse en 2017, con dependencia directa del rumbo que sigan las políticas cambiarias.

Esto dará un peso fundamental a la competitividad en cuanto a volumen y precios, considerando que los productos y empresas con bajo margen de participación en el mercado tienden a mermar su presencia en condiciones como las actuales. Si la demanda no valida el aumento nominal de las ventas, las empresas con menor poder de mercado se verán obligadas a reducir su tamaño y demanda de empleos para compensar los mayores costos de la mano de obra.

Ante próximos aumentos obligatorios de salarios se debe prevenir una mayor descapitalización de las empresas y buscar el ajuste permanente a las realidades del mercado ante la existencia de un nivel de incentivos muy delimitado por el entorno regulatorio. Como se sabe, un principio fundamental en la ciencia económica es la relación inversa entre productividad y variación de costos y en este caso ha ocurrido un incremento obligatorio de estos últimos que debe interpretarse inicialmente como una baja de la primera.

En estos días se está dando un acercamiento coyuntural entre el Ejecutivo Nacional y los sectores productivos, pero esta condición se ha observado en ocasiones anteriores al inicio del año sin que se concrete en una mejoría sustancial de las condiciones para el sector privado, por lo que se le debe hacer seguimiento antes de evaluar sus resultados finales en términos de condiciones para la inversión privada. Esperemos que los resultados sean distintos en esta oportunidad.

Adicionalmente sugerimos desarrollar una gestión estratégica de costos basada en valor que garantice remuneración del capital y reposición de insumo, sin dejar de ponderar el riesgo regulatorio ante prejuicios por mercados concentrados, ni descuidar el capital humano calificado, el cual ha pasado a ser uno de los factores sensibles en la economía venezolana de hoy día. Lo anterior aplica incluso para los sectores de bienes y servicios no transables, que han visto en la perdida de poder de compra de los hogares una amenaza y una fuente de prescindibilidad de sus productos y servicios.

Asimismo, las empresas de productos transables o potencialmente exportables deben ver en esta actividad más que un acompañamiento al Gobierno en sus políticas y anuncios de exportación, una fuente de diversificación de mercados y una fuente de ingresos en divisas para adquirir repuestos o insumos de estricto origen importado.

Asesorarse adecuadamente en estos temas resultará crucial para sortear la crisis económica.

César Aristimuño Director de Aristimuño Herrera & Asociados

Análisis Estratégico

Impactos del nuevo incremento salarial

Ya transcurrida prácticamente la primera quincena del año, diferentes anuncios en el ámbito económico han ocupado protagonismo en el análisis de diferentes fuentes de información. En esta oportunidad haremos énfasis en el reciente ajuste del salario mínimo por un 50% efectivo a partir de este mismo mes, lo cual lo ubica en Bs 40.638 (en comparación a los Bs 27.092 previos).

En primer lugar, por los momentos no fue ajustado el ticket de alimentación, pero anticipamos que con el movimiento de la unidad tributaria hacia unos Bs 250 en el mes de febrero, el impacto en el salario integral será significativo (en alrededor de +45%, con tickets en niveles de Bs 91.039), considerando que actualmente si bien el aumento fue de 50% en el salario, la compensación total solo se vio incrementada por +14.9% (Bs 90.812 a Bs 104.359).

Analizando la medida desde el punto de vista macro, el primer impacto que trae como consecuencia es una mayor expansión del gasto público, lo cual es altamente inflacionario considerando la marcada restricción de oferta de bienes que se observa en el país desde el 2014. Estimamos una expansión adicional de Bs +2.6 billones debido a este nuevo incremento, lo cual suma sobre la base actual de Bs +10.4 billones de dinero en circulación al cierre de diciembre.

De lo anterior podemos deducir dos señales claras:

1) el financiamiento monetario de BCV a Pdvsa seguirá siendo protagonista durante este año 2017 para poder cubrir las necesidades de financiamiento en bolívares. A diferencia de lo observado en 2016, en el cual vimos un financiamiento casi nulo durante los primeros 7 meses del año y fuertes expansiones para los últimos 5 meses, anticipamos que en este 2017 la impresión de dinero inorgánico desde inicio de año se encuentre presente.

2) el otro punto es que el incremento salarial actual es una señal para anticiparse a una posible devaluación en febrero, tal y como comentamos en nuestro informe de perspectivas. Lo anterior vendría atado a poder financiar los niveles de gasto actual, lo cual, bajo el esquema cambiario vigente es insostenible, ya que el financiamiento monetario de BCV a Pdvsa el año pasado se vio incrementado en +420.4%

Ahora bien, teniendo en cuenta los principales impactos macro, veamos el impacto en el tejido empresarial. Sin duda, el círculo vicioso actual de aumentos salariales sin controlar previamente la inflación, está marcando de manera importante la viabilidad financiera de las empresas que siguen haciendo vida en el país. Por un lado, los impactos se sentirán directamente en nómina, con grandes dificultades para poder trasladar el ajuste hacia el margen de ventas, por una sencilla razón más allá de la Ley de precios justos, la demanda es un factor clave y la sensibilidad para este año será mucho más marcada que en 2016, es decir, su rotación de inventario será más lenta debido a la mermada capacidad de compra del venezolano, por lo que el equilibrio es muy fino entre gastos y traslado a márgenes, marcando una luz roja en los beneficios (ganancias) de las empresas.

Lo clave para las empresas sigue estando en los elementos que siempre hemos venido recomendando a nuestros clientes:

1) El manejo de los gastos operativos de la compañía es clave, porque muy probablemente son los que pesan más en su estructura de costos de explotación. Por tanto, se deben plantear estrategias para contener la velocidad de crecimiento de los mismos, a través de adelanto de pago a proveedores estratégicamente importantes (la inflación y el tipo de cambio de hoy, serán menores en comparación a si realiza sus pagos hacia final de año, siempre y cuando su caja se lo permita), sincerar mucho más la disminución de los distintos tipos de gastos, mejorar eficiencia de procesos, salir de costos hundidos (por ejemplo tecnologías o activo fijo que no se usa pero ya se pagaron y por tanto la visión gerencial es mantenerlos igual dentro de la compañía, a pesar que no generan ningún valor, solo gastos).

2) Para el manejo de gastos de personal la opción más obvia parece apuntar a la disminución de colaboradores, no indispensables, de manera generalizada en el sector empresarial. Sin embargo, más allá del impacto evidente, es importante considerar que debe tener una lista de su personal clave, y su departamento de recursos humanos debe estar en sintonía con dicha lista. Ninguna empresa en el país puede remunerar a la misma velocidad con la que sube la inflación, pero su personal clave, incluyendo los colaboradores fundamentales (los que le van a permitir mantener el barco a flote) debe estar claramente diferenciado en términos monetarios. No son momentos para tener políticas salariales homogéneas.

3) Su empresa puede generar más caja en función a dos vías básicas desde el punto de vista de objetivo corporativo: crecer o ser más eficiente. El entorno actual dificulta las opciones de crecimiento y expansión, porque el ciclo económico y por tanto el consumo no responde a dicha decisión, usted venderá más en términos nominales pero mucho menos en términos reales (descontando inflación).  Por tanto, la vía es la eficiencia (gastar menos para producir más margen), por lo que hay que cortar “la grasa” adicional en estos momentos y mejorar los ciclos de caja (disminuir tamaño de las cuentas por cobrar y cuidar al cliente, incluyendo a las instituciones bancarias).

Sin duda, ya el 2017 inicia con fuertes retos para los hogares y empresas, ante lo cual, la flexibilidad sigue siendo clave para poder mantenerse a flote en medio de la crisis y en función a ello se deben tomar decisiones, que sin duda serán complejas, riesgosas y de mucha incertidumbre, pero que son las que caracterizan el estilo de las medidas a implementarse bajo el contexto actual. Recuerde: las crisis no son eternas.

Juan Crisóstomo

Gráfico de la Semana

Venezuela por lejos la economia más inflacionaria de la región

 

Datos para la Crisis

Ante el panorama de crisis e incertidumbre y la afectación de la alta inflación a la que estarán expuestas las empresas en este 2017, recomendamos a partir del comienzo de este año  las siguientes acciones a tener presentes:

– Flujo de Efectivo e Indicadores de Gestión: Es importante que se elabore semanalmente y revise el flujo de efectivo, así como los indicadores de gestión para toma de decisiones oportunas.

– Tributos: Realizar un apartado mensual de acuerdo al  monto estimado para el pago de la Declaración de Impuesto sobre la Renta y tributos parafiscales.

Costos Directos y Gastos: Evaluar de manera inmediata su estructura de costos, de acuerdo a  su actividad económica (Manufactura, comercial o de servicios), a los  fines de disminuir a  su mínima expresión los costos y gastos. Siempre bajo una relación costo-beneficio.

– Inventarios: En caso de ser una  empresa  de  actividad económica comercial, de compra y venta de mercancías y productos, se sugiere en el menor plazo efectuar un Inventario Físico y actualizar al Valor de Reposición de su inventario.

– Mano de Obra operativa y administrativa: Hacer un análisis de la fuerza laboral necesaria para operar con el mínimo de personal. Esto le permitirá en caso de agravamiento, contar con un análisis ya previo que le ayudará a una efectiva toma de decisiones.

Los cinco elementos de acción señalados se combinan con una serie de objetivos de carácter estratégico e imprescindible, ante la coyuntura actual: El  objetivo y meta es ser rentables, mantenerse en el mercado, ser creativos, conservar el entusiasmo buscando mantener al equipo de trabajo altamente motivado y comprometido para que potencie el fortalecimiento de la identificación corporativa y consolidación de las relaciones con los aliados del negocio, con los canales de distribución y consumidores, mejorar la planificación financiera, enaltecer la mística profesional y cumplir con las obligaciones legales, tributarias y laborales.

Visión Gerencial

El reto actual para los capitanes de empresa: Administrar el riesgo y no caer en la parálisis

Todo momento de crisis trae consigo riesgo y amenazas. Cuando se reducen las alternativas disponibles desde el punto de vista gerencial, surge la tentación de entrar en el estancamiento y paralizar de este modo la toma de decisiones hasta que el entorno mejore.

Sin embargo, decidir y ejecutar es la tarea por excelencia de la directiva empresarial, por lo que dicha parálisis no debería ser una opción. Ante posibles escenarios límite, se plantea de forma natural una interrogante: ¿Cómo proceder de la mejor manera posible cuando el panorama luce adverso y cualquier rumbo de acción parece incierto?

En primer lugar, el presidente o director de una compañía debe tener en cuenta en esos momentos que es imposible avanzar sin la presencia del riesgo.

Nunca se debe perder de vista los objetivos, la misión y visión de la empresa, ni la cohesión de las instituciones en cuanto a la alineación entre los integrantes de su directiva y la nómina.

Esta unión está destinada a facilitar que se sostengan los valores empresariales aún ante un escenario que solo contemple alternativas inconvenientes, como bien se puede presentar en multiplicidad de casos en el entorno venezolano actual.

Solamente la unión y la defensa de la misión corporativa pueden facilitar la permanencia en el tiempo de una empresa, a través de la aplicación de las correctas estrategias financieras. Conseguir que no se detenga la ruta del desarrollo, minimizar daños o incluso garantizar la supervivencia de la entidad empresarial requieren del cumplimiento de una hoja de ruta con amplio respaldo y credibilidad.

Es el presidente quien marca el camino de las organizaciones, pero la directiva y el equipo gerencial en general acompañan en su recorrido. Pero aplicar estos principios requerirá además de elementos de enlace con el resto de involucrados en la actividad empresarial o stake holders.

Debe haber ejecutivos cuya función principal sea velar por la transparencia en la comunicación con los socios y accionistas, trabajadores, proveedores y clientes, al momento de aplicar los planes que proponga la directiva para superar la tormenta.

Al comunicar los cambios a cualquiera de los factores involucrados, dentro y fuera de la organización, es fundamental garantizar el respeto y la tolerancia, dado que los debates muchas veces pueden tornarse incómodos en momentos de tensión.

Ante cualquier duda, una buena guía para la dirección empresarial es mantener la orientación a resultados y organizar objetivos en consecuencia, recordando que aun cuando se deben resolver las coyunturas del momento, es la visión de largo plazo la que garantizará el logro de las metas de mayor importancia.

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