«El año de todos los extremos» en Wall Street, resume de manera concisa Quincy Krosby, jefa de estrategia de mercado de Prudential Financial.
Desde el pánico que irrumpió en la bolsa con la llegada del virus a Estados Unidos hasta la esperanza de una salida con la aparición de las vacunas, ofrecemos aquí una recorrida por los grandes momentos del año bursátil, que se movió al ritmo de la crisis sanitaria y económica.
– Marzo: colapso –
Después de un enero y febrero bastante tranquilos, Wall Street colapsó en marzo, asustado por la propagación del coronavirus y sus consecuencias para la mayor potencia del mundo.
El Dow Jones experimentó la peor sesión de su historia el 16 de marzo (-13%) después de la Gran Depresión de 1929 y el crack de octubre de 1987.
Esta caída hizo que Wall Street se convirtiera, a mediados de marzo, en «mercado bajista», término en la jerga bursátil que caracteriza una caída de más del 20% respecto al último récord.
La perspectiva de una parálisis de la economía estadounidense y el temor a una crisis de liquidez enfriaron a los inversores.
«Si las empresas no pueden reunir el dinero para sobrevivir, quiebran o despiden, la tasa de desempleo se dispara», dice Krosby.
Sin embargo, la comunidad empresarial rápidamente recuperó la sonrisa ante la política monetaria de la Reserva Federal, que continuó bajando sus tasas y lanzó un amplio programa de compra de activos.
La rápida intervención del gobierno, que votó a finales de marzo un gigantesco plan de estímulo de 2,2 billones de dólares, también llevó tranquilidad a los mercados.
– De abril a septiembre: remontada –
La recuperación de Wall Street se confirmó en la primavera y se aceleró en el verano cuando la economía reabrió y el mercado recuperó en agosto niveles cercanos a los previos a la pandemia.
Impulsores de este crecimiento, los gigantes tecnológicos experimentaron un ascenso fulgurante: entre abril y septiembre, los títulos de Alphabet (empresa matriz de Google), Facebook, Amazon, Microsoft y Apple se dispararon, esta última con un aumento de más del 80% en ese período.
El atractivo de estos grupos obedece, según Krosby, a que «son empresas de renombre, las mejores en sus categorías y la demanda de sus productos y servicios es fuerte».
Otros nombres, hasta entonces menos conocidos por el gran público, entraron a través de la brecha abierta por la pandemia, incluida la plataforma de videoconferencias Zoom, que floreció con la generalización del teletrabajo.
Las marcas de productos de limpieza (Procter & Gamble, Clorox) o productos alimenticios (Hershey, Hormel) también obtuvieron buenos resultados.
Los pequeños operadores invirtieron mucho en el mercado de valores durante el confinamiento, contribuyendo a un aumento de acciones populares, como la de Tesla.
Pero la pandemia continuó su trabajo destructivo, el costo humano aumentó y la recesión se instaló a fines de julio en Estados Unidos.
En el mercado de valores, los sectores más afectados debido a las restricciones por el virus fueron las líneas de cruceros, grandes petroleras, aerolíneas, casinos y hoteles.
– Noviembre: adiós a Trump –
A partir de septiembre, el mercado centró su atención en la elección presidencial de Estados Unidos, con un aumento de los contagios y la frenética carrera por las vacunas como telón de fondo.
La votación del 3 de noviembre terminó con la derrota de Donald Trump -quien había hecho de la buena salud de Wall Street uno de sus principales argumentos de campaña- a manos del demócrata Joe Biden.
Y aunque los electores le negaron un segundo mandato al republicano, Wall Street siguió registrando récords en su presidencia y el 24 de noviembre el Dow Jones cerró arriba de los 30.000 puntos por primera vez.
La reforma fiscal del gobierno de Trump, promulgada a fines de 2017, fue un punto de inflexión para las grandes empresas, que vieron disminuir sus impuestos.
«Hubo una comprensión de que si las tasas impositivas bajan, los beneficios aumentan de manera exponencial», destaca Gregori Volokhine, presidente de Meeschaert Financial Services.
Pero el principal punto negro de la era Trump para Wall Street sin duda fue la guerra comercial con China, que atormentó a numerosas empresas estadounidenses cuya actividad depende en parte de las relaciones entre Washington y Pekín.
– 2021: tendencias –
El lanzamiento de la campaña de vacunación en Estados Unidos deja entrever mejores días para la economía estadounidense y promete un brillante futuro al sector de la salud en la Bolsa.
Líderes en el desarrollo de tratamientos y vacunas contra el covid-19, biotecnológicas como Moderna o Regeneron, deben seguir progresando.
Los grandes grupos informáticos deben de su lado obtener beneficios de la demanda creciente por tecnologías como la informática a distancia (la nube), la inteligencia artificial o la 5G.
El medio ambiente, prioridad de la nueva administración Biden, también seguramente interesará a numerosos inversores.