Más allá de la tecnología: las 3 claves de Bill Gates para una vida feliz y exitosa

Bill Gates, el emblemático empresario y filántropo conocido por ser el cofundador de una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, ha compartido su sabiduría sobre el éxito y la felicidad, señalando que ambos están al alcance de todos si seguimos tres sencillos consejos.

En este capítulo conoceremos la filosofía de Bill Gates para vivir una vida feliz y con éxito, desentrañando los principios fundamentales que él considera clave para alcanzar la plenitud en todos los aspectos de la vida. 

Acompáñanos en este viaje para descubrir cómo aplicar estos principios a nuestro propio camino hacia el éxito y la felicidad.

1. Haz las preguntas adecuadas

Para Bill Gates, una de las claves para resolver problemas es tener las respuestas correctas, pero mucho más importante es hacerse las preguntas adecuadas que nos permitan dar con las verdaderas soluciones.

En 2020, con la crisis de la pandemia en expansión, el multimillonario publicó en su página web algunas reflexiones sobre cómo encontrar una solución:

«Desde que era adolescente, he abordado cada nuevo problema importante de la misma manera: empezando con dos preguntas. Utilicé esta técnica en Microsoft y la sigo utilizando hoy en día. Hago estas preguntas literalmente todas las semanas durante el Covid-19».

De acuerdo con Gates, dos de las primeras preguntas que debemos hacernos son: ¿quién ha abordado bien este problema antes? ¿Y qué podemos aprender de ellos?

Dicho de otro modo, la idea de Bill Gates es que no hay necesidad de reinventar la rueda una y otra vez, cuando alguien ya ha encontrado la solución a ese problema.

Lo más recomendable es encontrar una «rueda» que pueda adaptarse a tu caso y aplicarla. Ese enfoque no requiere creatividad, inteligencia o recursos ilimitados. Es cuestión simplemente de observar y aprender de la mente de otra persona.

2. Gestiona bien tu tiempo

Gates admite que la gestión del tiempo, en particular en los primeros años de Microsoft, no era su fuerte, por lo que pasaba largas horas programando y desarrollando los primeros productos de la marca.

Hasta que un día, apareció por allí su amigo y magnate de la inversión Warren Buffett y le dijo: «La diferencia entre la gente de éxito y la gente de éxito de verdad es que la gente de éxito de verdad dice no a casi todo». En una participación en el programa de Charlie Ross, los dos multimillonarios hablaron del tema.

Bill Gates reflexionó sobre el admirable dominio del tiempo del veterano inversor: «El hecho de que tenga tanto cuidado con el tiempo, de que tenga días en los que no haya nada [en su agenda]… sentarse y pensar puede ser una prioridad mucho mayor. No es un indicador de tu seriedad que te hayas tomado cada minuto de tu agenda».

Lo anterior es clave porque, si realmente quieres alcanzar tu objetivo, no es suficiente con llenar tu horario de trabajo.

Eso te mantendrá tan ocupado que podría impedirte lograr lo que en realidad quieres. Así que establece prioridades y di ‘no’ al resto.

3. La paciencia es clave para el éxito

En el momento en que Bill Gates fundó Microsoft era apenas un joven veinteañero sin nociones de negocios ni de cómo gestionar a los empleados de la empresa, por lo que acostumbraba a ser un jefe un tanto tóxico que sabía detectar qué empleados estaban trabajando y cuáles se habían ido a casa.

Eventualmente se dio cuenta de que priorizar los resultados por encima de estar siempre comprobando qué hacía cada empleado en cada momento era una mejor opción tanto para su relación con su plantilla como para su vida personal. «La paciencia es un elemento clave del éxito», dijo en cierta ocasión.

Pues bien, Gates confiesa que esta lección le costó aprenderla, pero cree que la clave está en trabajar con perseverancia para colocarse en una buena posición y, simplemente, esperar a que llegue la oportunidad y no dejarla escapar.

Esto también le ha ayudado a mejorar la relación con sus empleados. Comprobó que mostrando paciencia y confianza hacia ellos y su talento, mejoraban su motivación personal y querían dar lo mejor de sí mismos para no defraudar a esa persona que había confiado en ellos. En definitiva, tanto los resultados como las relaciones salieron ganando con el cambio de actitud.

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