Estados Unidos registró al menos 52.898 nuevas infecciones de coronavirus en 24 horas, una cifra récord desde el inicio de la pandemia, según el cómputo a las 20H30 locales del miércoles realizado por la Universidad Johns Hopkins.
Estos nuevos casos llevan a cerca de 2,7 millones el total de contagios en el país, el más afectado por la pandemia en todo el mundo. Los fallecidos en las últimas 24 horas sumaron 706, lo que eleva el total de muertes causadas por el virus hasta 128.028 en Estados Unidos.
La cifra de nuevos casos detectados es las más alta en Estados Unidos desde la aparición del Sars-Cov-2.
El miércoles, Texas superó su propio récord diario de nuevos casos al informar de 8.076 contagios, casi un millar más que la víspera.
Este repunte de infecciones ha obligado a algunos estados a dejar en suspenso los procesos de desconfinamiento.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decidió el miércoles, como había hecho cuando el pico del brote en ese estado, prohibir el funcionamiento de restaurantes en espacios cerrados en Los Ángeles y otros 18 condados particularmente afectados por el virus.
La medida también afecta a bares, cines y museos, y durará «al menos tres semanas».
Por su parte, el gobernador de Michigan, en el norte del país, anunció el cierre de un gran número de bares, identificados como origen de brotes recientes.
En tanto, Oregón (noroeste) y Pensilvania (noreste) se sumaron a la lista de estados que ordenaron la obligatoriedad del uso de mascarilla sanitaria en lugares públicos.
Durante el verano boreal, que se caracteriza por traslados para vacacionar, «la ausencia de una respuesta nacional firme, especialmente de una obligación de utilizar máscara en todo el país, continuará siendo ua amenaza a la viabilidad de nuestra economía y a la capacidad de nuestras escuelas de reabrir en el otoño (boreal)», advirtió David Rubin, doctor y director del PolicyLab, centro de investigación del Hospital de Niños en Filadelfia, en Pensilvania.