La Agencia Internacional de Energía (AIE) se mostró el jueves 14 de mayo algo menos pesimista en sus previsiones de reducción de la demanda de petróleo en 2020, pero subrayó su preocupación ante una posible segunda ola de la pandemia.
Para 2020, la AIE estima ahora una reducción de la demanda de -8,6 millones de barriles por día (mbd), de acuerdo con su informe mensual. En sus conclusiones de abril, preveía un retroceso de la demanda de -9,3 mbd.
Estos resultados seguirían siendo pese a todo «la caída del consumo más importante de la historia» de la industria petrolera, según la agencia.
«Para muchos ciudadanos, sigue habiendo restricción de movimientos, pero las empresas y comercios empiezan a reabrir y la gente vuelve al trabajo, lo que alimentará la demanda de petróleo, aunque sea poco a poco», subraya el informe, admitiendo que existen dudas sobre la capacidad de varios Estados para desconfinar a la población sin provocar un rebrote del virus.
Después de un «mes de abril negro», «podría ser que lo peor haya quedado atrás», opinó el jueves Neil Atkinson, responsable de la sección Mercados Petroleros en la AIE.
En lo que respecta a la oferta, «la producción reaccionó con decisión», dice la AIE, refiriéndose a la reducción importante de la producción estadounidense o al acuerdo en el seno de la OPEP+, ya que la OPEP consiguió llegar a un acuerdo con su socio Rusia para limitar la oferta.
«Vemos las primeras señales de reequilibrio progresivo en los mercados petroleros. Pero es todavía algo gradual y frágil», comentó el director de la AIE, Fatih Birol.
Desde hace semanas, el mercado petrolero se hundió debido a las restricciones que se aplican en todo el mundo para frenar la propagación del nuevo coronavirus y también a la guerra de precios lanzada por Arabia Saudita.
A las incertidumbres que se ciernen sobre el sector se suma también la duda sobre si los principales países productores respetarán las cuotas de producción.
«Las respuestas que obtendremos en las próximas semanas (de los países productores) tendrán consecuencias mayores en el mercado petrolero», según la AIE.
Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos anunciaron el lunes que querían disminuir su producción de crudo más allá de los compromisos adquiridos dentro de la OPEP+.
En el caso de Riad, este recorte de un millón de mbd situaría la oferta del primer productor de crudo mundial en 7,5 mbd.