Alertan que la explotación de océanos ha llegado a su límite

La explotación de los océanos ha llegado a su límite y aunque la pesca sostiene muchas actividades económicas origina una creciente presión sobre los recursos vivos del mar, alertó un experto del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) en México.

Ante tales hechos es preciso emprender acciones para el uso sustentable de esos ecosistemas ya que no hay posibilidades de incrementar sus recursos, indicó el investigador Adolfo Gracia Gasca, del ICMyL de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Gracia Gasca explicó durante la conferencia «Los recursos pesqueros en México y la alimentación», organizada por el seminario permanente sobre agricultura, alimentación y nutrición del Programa Universitario de Alimentos de la UNAM, que en los últimos años han surgido nuevos fenómenos con respecto al uso de los recursos acuáticos.

«Por ejemplo, la pesca se ha movido a niveles tróficos menores. Antes se atrapaban peces como el bacalao y ahora se piensa en explotar organismos tan pequeños como el krill (crustáceo) y tal vez en algunos años lleguemos a comer fitoplancton», expuso.

«Debido a que hemos agotado las especies de la plataforma continental, en muchos países ya se pesca a niveles más profundos», agregó.

Comentó que con el paso del tiempo se ha diversificado el consumo y ahora ya se demandan erizos, pepinos de mar o medusas en la industria pesquera.

«Si bien no se ven muy atractivos, muchos de los invertebrados se comen, y a veces se sobreexplotan, cuando apenas se están estableciendo medidas para su manejo», apuntó.

El especialista dijo que a esa explotación de los recursos se suman las presiones que tiene el ecosistema marino debido a la contaminación por hidrocarburos, plaguicidas, pesticidas y basura, además de la pérdida de hábitats, invasión de fauna exótica, eutrofización y acidificación por el cambio climático.

«Por ello se debe mantener la viabilidad de sus recursos mediante el uso sustentable. Una opción es la utilización óptima de la diversidad biológica, que implica un balance entre la acuicultura y el manejo adecuado de la captura silvestre», apuntó.

Otro aspecto importante es el aprovechamiento de diferentes especies.

«No todo es el guachinango o róbalo, hay peces que tienen alto contenido proteínico como la mojarra, la lisa, la sardina, el bagre o la biajaiba, que sí están en el mercado pero generalmente se les considera de menor valor», subrayó.

Gracia Gasca consideró necesario «buscar un balance, el cual contribuirá a que haya seguridad alimentaria, nos permitirá mantener la capacidad productiva de los océanos y tener desarrollo económico».