Alstom y Siemens reconocen las dificultades de su fusión

El grupo industrial francés Alstom y la compañía alemana Siemens reconocieron este jueves por primera vez la dificultad de completar su fusión, que crearía un gigante europeo del ferrocarril, pero a la que la Unión Europea es muy reticente. unión e

Por su parte el gobierno francés está presionando a la Comisión porque considera que rechazar la fusión sería «un error económico y un error político» y aboga por crear grandes grupos europeos frente a la competencia china.

Una fuente de Siemens conocedora de las negociaciones aseguró que las exigencias europeas son «un muro demasiado alto». «No habrá más concesiones […] Estamos ante un muro demasiado alto», indicó la fuente, pesimista sobre el éxito de la operación, anunciada en septiembre de 2017.

«Continuaremos luchando […] La decisión de la Comisión Europea se espera antes del 18 de febrero pero no hay certeza de que el contenido de esta propuesta sea suficiente para responder a las preocupaciones de la Comisión», dijo por su parte el presidente de Alstom, Henri Poupart-Lafarge, en una conferencia telefónica con analistas.

La Comisión Europea teme que la fusión cree una posición dominante en los sectores de la señalización ferroviaria y  trenes de alta velocidad.

Para convencerla, y tras semanas de especulaciones, Alstom y Siemens hicieron públicas sus concesiones, en forma de ventas de parte de esos negocio, que representan el 4% de la facturación combinada.

Pero la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha expresado varias veces sus reticencias a la fusión. La semana pasada en Berlín subrayó que no se pueden crear grandes compañías europeas «con fusiones que perjudican a la competencia.

«No tenemos comentarios, nuestra investigación sigue su curso», dijo el jueves a la AFP un portavoz de la Comisión tras las declaraciones de Alstom. El ejecutivo europeo tiene que tomar su decisión el 18 de febrero.

Varias autoridades nacionales de la competencia de países europeos, entre ellos Alemania, también tienen dudas sobre la viabilidad de la fusión.

El sindicato de Alstom está en contra, al contrario que el gobierno francés. Por su parte el gobierno alemán es más discreto en su apoyo aunque espera que el nuevo grupo pueda rivalizar con el gigante chino del ferrocarril CRRC.

El grupo chino facturó el año pasado 26.000 millones de euros. En comparación, las tres grandes compañías occidentales del sector, Bombardier Transport, Siemens Mobility y Alstom, solo sumaron 8.000 millones.

Sin embargo no todo el mundo está de acuerdo en que exista una amenaza china para el sector del ferrocarril en Europa. El canadiense Bombardier, asegura que la competencia china no es tan grave.

El miércoles el portavoz del gobierno francés Benjamin Griveaux, aseguró que rechazar la fusión sería «un error económico y un error político» así como «una mala señal enviada a los pueblos europeos» sobre la capacidad de Europa para resistir a la potencia industrial de China.