La decisión de Amazon, que suspenderá la cuenta de Parler a partir de las 08H00 GMT del lunes, debería impedir temporalmente el acceso a la plataforma.
En una carta enviada a la red social y difundida por BuzzFeed, Amazon dijo haber «observado recientemente un aumento persistente de contenidos violentos».
«Teniendo en cuenta los desafortunados acontecimientos ocurridos esta semana en Washington, hay un riesgo real de que este tipo de contenidos incite más a la violencia», añadió la compañía estadounidense, recordando la invasión del Congreso por seguidores del presidente Donald Trump el miércoles.
Parler se ha convertido en un refugio para algunos internautas indignados con la política de moderación de las redes sociales como Twitter, que cerró definitivamente la cuenta de Trump el viernes.
En la red conservadora se han difundido mensajes de apoyo a quienes irrumpieron en el Congreso e incluso algunos en los que se convocaban nuevas protestas contra el resultado de las presidenciales de noviembre, ganadas por el demócrata Joe Biden.
El fundador de Parler, John Matz, confirmó en su perfil que puede que «la red social no esté disponible en internet durante una semana» tras la decisión de Amazon.
«Vamos a hacer todo lo posible por encontrar un nuevo proveedor rápidamente», agregó.
Google y Apple ya retiraron Parler de sus plataformas de descargas.
Esas decisiones tuvieron, sin embargo, menos consecuencias que la de Amazon. Complicaron el acceso a Parler en los móviles, pero quienes ya tuvieran la aplicación podían seguir usándola o entrar a la web de la red social.
Para justificar su decisión, Google mencionó el viernes la presencia de mensajes «que incitan al odio».
Apple siguió su ejemplo el sábado, lamentando la «proliferación» de «amenazas de violencia y actividades ilegales».
A sus inicios en 2018, Parler era sobre todo un territorio de extremistas, pero ahora atrae a conservadores más tradicionales, incluidos congresistas republicanos.
Como otras plataformas alternativas a los gigantes Twitter y Facebook, Parler tiene normas más laxas respecto a la desinformación y los contenidos de odio que las redes tradicionales.