Elon Musk había prometido hacer de Twitter «la fuente de información más precisa», pero el multimillonario parece haber amplificado la voz de notorios propagadores de desinformación en la plataforma, según un análisis realizado por AFP.
Desde que asumió al frente de la red social en octubre, Musk se ha hecho eco de muchas teorías conspirativas a través de su cuenta personal, sobre la guerra en Ucrania o sobre la agresión al marido de Nancy Pelosi, la exlíder de los demócratas en el Congreso de Estados Unidos.
La semana pasada, respondió a un usuario que se preguntaba sobre la «misteriosa» falta de casos de gripe durante la pandemia de coronavirus. «Buena pregunta», comentó el jefe de Twitter, quien ya ha interactuado varias veces con usuarios antivacunas o expresando dudas sobre la gravedad de la crisis sanitaria.
Esta respuesta es uno de al menos 40 intercambios de Musk con «KanekoaTheGreat», una cuenta que comparte regularmente las teorías de la conspiración de QAnon con sus más de 370.000 suscriptores, y cuyo autor dice haber sido «resucitado por Elon».
Gracias a datos del sitio PolitiTweet, dedicado a rastrear los tuits de figuras públicas hasta que Twitter cortó su acceso, AFP pudo analizar miles de mensajes publicados por Musk entre finales de octubre y marzo.
En esos meses, el multimillonario compartió un artículo falso con el logo de CNN y aseguró erróneamente que la policía había escoltado a uno de los atacantes en el Capitolio estadounidense, el 6 de enero de 2021. También dio pie a una publicación que culpaba de los tiroteos masivos a personas LGBTQ y apoyó un recuento falso de bajas en Ucrania.
«¡Nos estamos quedando sin ‘conspiraciones’ que resultaron verdad!», dijo Musk en marzo, en respuesta a un tuit que señalaba al covid-19 y la seguridad de las vacunas entre las «mentiras más grandes de los medios».
Días después tuiteó que «la mejor manera de combatir la desinformación es responder con información precisa».
El hilo de Musk
Los expertos dicen que la actividad de Musk en Twitter es preocupante, y no solo por su influencia online.
«Musk tiene casi 135 millones de seguidores y obligó a los ingenieros a aumentar la visibilidad de sus tuits, por lo que deberíamos preocuparnos cuando difunde información errónea», dijo a la AFP Brendan Nyhan, profesor y politólogo de la Universidad de Dartmouth.
«Pero sobre todo me preocupa lo que revelan estos tuits sobre el razonamiento del responsable de decisiones de una gran red social», añadió.
Investigadores vincularon los recientes cambios en las políticas de Twitter, como la certificación paga y el restablecimiento de algunas cuentas previamente prohibidas en la plataforma, con el aumento de la información errónea en la red.
El sitio de análisis de medios NewsGuard descubrió que las cuentas que pagan por su certificación están inundando la plataforma con afirmarciones falsas.
Musk dirige la atención de los usuarios hacia algunas de estas cuentas. «Tengo el sello de aprobación de Elon Musk», dijo «KanekoaTheGreat» en Telegram después de una de esas respuestas.
Un informe publicado en enero por el Instituto para el Diálogo Estratégico, un panel de expertos con sede en Londres detalla los crecientes intercambios entre Musk y las cuentas que comparten contenido de extrema derecha desde que adquirió Twitter, incluyendo cuentas que habían difundido información errónea sobre las elecciones de Estados Unidos.
Entre las cuentas de las que más se hace eco el jefe de Twitter está la de Ian Miles Cheong, un bloguero de extrema derecha, que recibió al menos 60 respuestas de Musk, según el análisis de AFP. En una ocasión, Musk amplificó un tuit en el que culpaba al presidente estadounidense, Joe Biden, por un programa de inmigración que comenzó con su antecesor Donald Trump.
Según Nyhan, cuentas así «probablemente» aumenten su «alcance y prominencia» gracias a la visibiblidad que les da Musk.
Twitter respondió a las solicitudes de comentarios de AFP con el emoji en forma de excremento, una respuesta automática que Musk lanzó en marzo.
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