Cuatro de los mayores bancos de Estados Unidos presentaron resultados saludables para el primer trimestre del año, en particular debido al incremento de las tasas de interés, sin verse demasiado afectados por las recientes turbulencias financieras.
Igualmente, se muestran prudentes: JPMorgan Chase hizo una provisión adicional de 1.100 millones de dólares para prevenir eventuales impagos de sus clientes, en virtud del deterioro de las «perspectivas económicas».
Algunos bancos advierten que podrían prestar un poco menos a particulares y empresas en este contexto.
Pero la economía estadounidense «sigue en buena forma en su conjunto», estimó el influyente Jamie Dimon, presidente de JPMorgan.
«Los consumidores siguen gastando y tienen balances sólidos, y las empresas están en buena salud», sostuvo.
Los bancos presentaron sus resultados el viernes, inaugurando la temporada. Entre los principales figuran JPMorgan, Citigroup, Wells Fargo y PNC, que se beneficiaron de la fuerte alza de tasas de interés que, desde hace un año, promueve la Reserva Federal (Fed) para luchar contra la inflación.
Esta situación provoca, casi mecánicamente, un incremento de sus ingresos netos por intereses, es decir la diferencia entre los intereses que ganan al prestar dinero y los intereses que pagan a los ahorristas que depositan su dinero.
Diferencias con 2008
Los grandes bancos reconocieron que obtuvieron nuevos clientes que prefieren colocar su dinero en grandes establecimientos del sector, considerados como demasiado importantes para permitir su quiebra, en lugar de en bancos más pequeños, tras las bancarrotas de Silicon Valley Bank y Signature Bank, y la liquidación de otro banco regional, el Silvergate.
La debacle de estos bancos de tamaño medio y alcance sobre todo regional fue propulsada por retiros masivos de dinero por parte de clientes alarmados por señales de debilidad.
«Tuvimos un período difícil en marzo», reconoció el director financiero de JPMorgan, Jeremy Barnum, durante una conferencia telefónica. Pero «el sistema en su conjunto está en muy buena salud», afirmó.
Su par en Citigroup, Mark Mason, se expresó en iguales términos.
«Estamos en una situación y con una salud muy diferentes» que, en 2008, cuando se produjo la crisis financiera ligada a los créditos hipotecarios en Estados Unidos, que tuvo un alcance global.
Los grandes del sector lograron «en corto tiempo» reunir 30.000 millones de dólares para ayudar a First Republic a mediados de marzo, «lo cual demuestra a las claras nuestra solidez en términos de capital y balance», sostuvo Mason.
«Estamos felices de haber estado en condiciones de ayudar a sostener el sistema financiero estadounidense durante los recientes acontecimientos que le afectaron», resumió el número uno de Wells Fargo, Charlie Scharf.
Ganancias con fuerte alza
La facturación de JPMorgan, el mayor banco estadounidense en volumen de activos subió 25% a un récord en el primer trimestre.
La de Citigroup, tercer banco de Estados Unidos aumentó 12% «a pesar del entorno movido para los bancos», destacó su presidenta, Jane Fraser.
JPMorgan registró un incremento de sus ganancias de 52% a 12.600 millones de dólares en el período considerado en la comparación con igual trimestre de 2022.
Wells Fargo obtuvo 34% más de ganancias a 4.700 millones de dólares, Citigroup 7% más a 4.600 millones, y PNC estuvo 18% arriba con 1.600 millones.
Los resultados fueron muy bien recibidos por Wall Street, donde JPMorgan Chase saltó 7,55% a 138,73 dólares por acción, Citigroup ganó 4,78% y Goldman Sachs 1,44%.
Luego de las tensiones de marzo, «las condiciones financieras probablemente se volverán más ajustadas, los financistas se volverán más prudentes, y no sabemos si eso afectará los gastos de consumo», reflexionó Jamie Dimon.
Por eso, para enfrentar riesgos de impactos, en particular por créditos hipotecarios con fines de instalaciones comerciales o en tarjetas de crédito, al igual que JPMorgan, Wells Fargo reservó en dinero adicional 643 millones de dólares y Citigroup 231 millones.
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