Análisis | Televisión Satelital Gratuita: ¿Cuál sería su propósito e impacto?
El portal de noticias especializado en economía y negocios, Banca y Negocios publicó el sábado 22 de mayo de 2021 una nota informativa referida al eventual inicio de operaciones de un servicio de Televisión Satelital Gratuita pública por parte del Gobierno venezolano.
¿Puede preverse algún impacto en el mercado de dicho anuncio y el eventual inicio del servicio satelital gratuito? Efectivamente podríamos especular un poco basados en la teoría económica, específicamente en la teoría de la organización industrial, que analiza la eventual competencia y el desempeño de mercados oligopólicos caracterizados por diferenciación vertical.
Esta teoría basada en modelos de elección discreta por parte de los consumidores resulta útil, en el caso de mercados caracterizados por diferenciación vertical o diferenciación basada en calidad entendida por todos los consumidores, que en su totalidad pueden identificar productos o servicios de distintas calidades entre sí, para comprender los incentivos de las empresas para diferenciarse entre sí, así como la intensidad de la competencia basada en precios. Estos son modelos que asumen que las empresas primero diseñan una oferta de servicio con un nivel de calidad especifico y luego compiten en el mercado vía precios*.
Lo primero que destaca de la eventual Televisión Satelital Gratuita es su grilla o parrilla de canales que conforman la oferta de valor. Muchos de los canales de dicha grilla constituyen señales tradicionales de señal abierta y/o nacionales, la mayoría de éstas -entre otras, Venevisión, Televen, Meridiano TV, Tves, VTV- incluidas en la oferta de los operadores instalados como SimpleTV, Net Uno, Movistar TV, etc.
Algunos otros canales incluidos en la grilla de la Televisión Satelital Gratuita, que no se encontrarían en la grilla de algunos de sus competidores, son igualmente señales abiertas, de bajo rating y eventualmente de bajo valor para la audiencia en general, las cuales pueden ser catalogadas como señales no-premium.
Vale destacar que algunas señales abiertas anunciadas por la Televisión Satelital Gratuita no se encuentran incorporadas en los planes de los operadores tradicionales, por más que las primeras poseen incentivos para que sean transmitidas gratuitamente, evidenciándose su bajo valor para los usuarios.
Lo segundo que llamaría la atención es que los competidores de dicha Televisión Satelital Gratuita incluyen señales internacionales cuya inclusión suele negociarse a razón de un pago, a diferencia de las señales de televisión abierta, cuyo modelo de negocio, basado en publicidad, suele beneficiar su oferta gratuita para ser incluidas en la mayor cantidad de grillas posibles, lo que revaloriza, eventualmente, sus pautas publicitarias. Esto más allá que dichas señales puedan verse beneficiadas de alguna normativa doméstica del tipo must-carry.
En este sentido, podríamos pensar que todos los consumidores, usuarios o potenciales clientes están conscientes de la diferencia de valor entre las distintas grillas, cuando menos entre la que ofrecería la Televisión Satelital Gratuita y la de los otros operadores privados.
La teoría económica asomaría que un entrante (privado con fin de lucro) en mercados diferenciados verticalmente (diferenciados por la calidad del servicio y del contenido ofrecido) lo haría por medio de una propuesta de valor basada fundamentalmente en la diferenciación “degradándola” y/o distanciándola de aquellas ofrecidas por los competidores instalados, toda vez que estos últimos ya poseen una ventaja estratégica como first movers.
Lo anterior obedece al resultado entre un Efecto Competencia consistente en diferenciarse lo máximo posible para reducir la competencia basada en precios y, por el otro lado, un Efecto Tamaño de Mercado consistente en lograr un grado de diferenciación medio que pueda abarcar el mayor espectro de los consumidores a riesgo de acercarse a la propuesta de calidad de los competidores y aumentar la competencia basada en precios en la segunda etapa o una vez se entra al mercado.
En nuestro caso destaca que el eventual entrante, la Televisión Satelital Gratuita, es pública y no poseería fin de lucro. Aun así su entrada lo estaría haciendo con una propuesta notablemente inferior en términos de calidad entendida como cantidad de contenido premium, incluso comparada con las ofertas más básicas que ofrecen los prestadores del servicio de televisión por suscripción en Venezuela.
El hecho que el eventual servicio sea gratuito implica que su financiamiento podría resultar fundamentalmente tributario; es decir que recae sobre todos los venezolanos independientemente que queramos o no dicho servicio o incluso que no vayamos a demandarlo. En este sentido, bien por razones económicas (costo de las señales internacionales y premium), políticas/sanciones, por bajo poder de negociación, e incluso por la eventual intención de hacer de esta oferta una política pública de acceso a un servicio de televisión básico, la calidad del servicio asomado en las notas informativas sería de baja calidad.
¿Cómo podría impactar esta irrupción de una Televisión Satelital Gratuita en el mercado y sobre los operadores instalados? Si bien los operadores privados no estarían interesados en clientes que poseen disponibilidad y valoración cero por el servicio que sólo lo demandarían, eventualmente y en el mejor de los casos, a un precio cero, sí podría producirse cierto efecto en el mercado.
Puede ocurrir que exista un consumidor -que definiremos como consumidor indiferente– cuya utilidad generada por el nuevo servicio de Televisión Satelital Gratuito de baja calidad de contenido, no diferenciado ni exclusivo a un precio cero, sea igual a la utilidad neta generada por un servicio básico por el cual se cobra un precio.
Todos aquellos usuarios cuya valoración por el contenido de calidad resulta menor a la del consumidor indiferente, podrían preferir el servicio de Televisión Satelital Gratuito.
Los mercados diferenciados verticalmente suelen ser oligopolios naturales e incluso llegan a ser monopolios naturales si se cumple un extremo de la “propiedad de finitud” del mercado, consistente en un muy reducido espectro de percepciones por la calidad -generalmente poco disperso alrededor de la alta calidad- y un reducido número de potenciales usuarios. En estas situaciones un entrante no poseería mercado suficiente para entrar con un nivel de calidad y un precio que justifique los costos de entrada.
Sin embargo, en nuestro caso el entrante sería un operador público no basado en lucro que ofrecería el servicio gratuitamente. Aun así, si los clientes atendidos por los operadores instalados perciben por parte de éstos mayor utilidad -si se quiere decir de otra manera, excedente de consumidor- de la que percibirían por una grilla con contenido de bajo o nulo valor por más gratuito que resulte, no tendría porque producirse churn o pérdida de clientes para los primeros, incluso aún cuando, hasta cierto punto, el servicio de Televisión Satelital más que gratuito tenga precio “negativo”, es decir que el Gobierno pague para que se conecten o lo adquieran.
Para finalizar, otro tema de análisis sería preguntarnos: ¿para qué y por qué dicha política pública eventualmente revelada por medios y plataformas especializadas en economía y negocios de un servicio de Televisión Satelital Gratuito?
* Para una introducción al tema ver: Paul Belleflamme y Martín Peitz: Industrial Organization: Markets and Strategies. Second Edition. Cambridge University Press. 2015.
* * El autor es economista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
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