ANC someterá a referendo popular adelanto de elecciones parlamentarias
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un parlamento pro gubernamental cuya elección fue cuestionada por buena parte de la comunidad internacional, Diosdado Cabello insistió en descartar la idea de disolver de facto a la Asamblea Nacional electa en 2015, pero anunció que las elecciones legislativas de 2020 serán adelantadas a una fecha que se decidirá en «una consulta popular» que sí podría realizarse este año.
Esta propuesta es sumamente curiosa, porque la elección de la propia ANC, cuya constitucionalidad es discutible, debió ser sometida a referendo, pero ahora unos comicios que están claramente establecidos en la Constitución, sí serían sujetos a consulta, quizás como un intento de «barnizar» de democracia un golpe político que en la práctica eliminaría la pertinencia del último año de legislatura.
Cabello dijo que la «derecha» tiene una campaña sobre la eliminación de un cuerpo que, en su opinión, está técnicamente inhabilitado por el desacato declarado por el Tribunal Supremo de Justicia, completado de manera «express» por la AN controlada por el chavismo en diciembre de 2015, después de conocida su derrota electoral.
«No la vamos a eliminar, la AN está eliminada ella sola, es absolutamente incompetente, fuera de la ley, en desacato», dijo el dirigente del Psuv en su programa de televisión.
En su habitual ejercicio de intriga para inducir la división de la oposición, Cabello sostiene que el «único interesado» en la disolución de la AN es Juan Guaidó, quien debe entregar la presidencia el próximo 5 de enero.
«La oposición tiene dos opciones: la primera cambiar a Juan Guaidó como está establecido en el acuerdo que ustedes hicieron. Eso es lo que corresponde. La otra es ratificarlo. Si ustedes lo ratifican saben que va a perder un año más, con el agravante que en el 2020 no pasa sin que en Venezuela haya elecciones. Nosotros sabemos lo que estamos haciendo», señala jugando una aparente posición adelantada.
«Ya comenzamos con las investigaciones y estudios para determinar la mejor fecha para nuestro país y nuestra Patria, para las elecciones de la Asamblea Nacional. No se vayan a ir de vacaciones en diciembre, porque podrían ser el 1 o 2 de enero (…) Si quisiéramos lo haríamos, la ANC puede eso y más. Pero no lo vamos hacer. El 2020 empieza el primero de enero y termina el 31 de diciembre», enfatizó.
En un pretendido juego de «gato y ratón», Cabello habla de «investigaciones y estudios» para hacer unas elecciones que no le ganará al gobierno de Nicolás Maduro ninguna posibilidad de tregua, a menos que formen parte de un acuerdo político real que conduzca a la salida de la crisis. Si la ANC convoca esos comicios sin condiciones adecuadas y como un acto arbitrario, en una fecha prematura -que parece ser la idea-, va a producir una escalada de presiones internacionales en su contra y se agravará la crisis del país.
De allí la idea del referendo para tratar de justificar el acto como efecto de una «decisión popular», cuya legitimidad, de entrada, ya estaría cuestionada.
No obstante, Cabello insiste en las amenazas. «Como esas son las elecciones que faltan y la Constitución dice que son en el año 2020, evaluaremos de acuerdo a la ley, a la Constitución, y con consulta en la calle, cuándo será la fecha (…) Si de esa consulta resulta que se decidió que la fecha es el 1° de enero del 2020, entonces la hacemos para esa fecha, si se decide previo consulta que debe hacerse este año, entonces se harán este año».
– Gobierno pide acuerdo previo sobre las sanciones –
Extraoficialmente, Banca y Negocios conoció de fuentes opositoras que el diálogo con mediación de Noruega podría reanudarse, pero la situación es complicada, porque el gobierno de Nicolás Maduro quiere discutir, primero, un acuerdo sobre las sanciones estadounidenses, que suponga moderar las medidas tomadas por la administración de Donald Trump.
La oposición, por su parte, se está moviendo para que las sanciones más drásticas de Estados Unidos sean asumidas por naciones europeas en el corto plazo. Parece que eso pasaría si, finalmente, Maduro abandona definitivamente el «mecanismo» de Noruega.
Indican las fuentes consultadas que el chavismo ya fue advertido. El juego diplomático se complica, aunque el aislamiento que el madurismo padece en occidente es un fardo. China ha manifestado un respaldo institucional, mientras que solo Rusia es el único socio importante que estaría dispuesto a jugársela por sostener a Maduro.
Las fuentes opositoras señalan que al gobierno de Maduro «se lo está comiendo la crisis», por lo que estiman que regresará a la mesa, contra sus deseos, pero tiene pocas alternativas.
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