Apagón paraliza exportaciones de petróleo venezolano a Estados Unidos

Las ventas venezolanas de petróleo a Estados Unidos, ya menguadas por las sanciones del gobierno de Donald Trump contra Pdvsa y el colapso de la producción, llegaron a cero la semana terminada el 15 de marzo, luego de que el apagón que afectó a más de 70% del país, paralizara el principal puerto de exportación nacional de crudo, según datos de la Oficina de Información Energética (AIE, por sus siglas en inglés).

Esta es la primera vez, desde 2010 cuando la AIE comenzó el registro semanal de las compras estadounidenses de petróleo, que Venezuela no coloca ni un solo barril de crudo en ese destino, hasta ahora su principal socio y principal fuente de divisas.

Ya las exportaciones venían disminuyendo sustancialmente desde la semana terminada el 1 de febrero cuando entró en vigencia la prohibición de compra y venta de crudo y derivados impuesta por el Departamento del Tesoro a Pdvsa. La cifra más baja se había registrado la semana culminada el 1 de marzo, cuando se exportaron 83.000 barriles diarios, la semana siguiente subieron un poco y marcaron 112.000 barriles diarios.

Eventualmente se esperaba que la cantidad exportada llegara a cero, cuando vencieran las licencias otorgadas por el Tesoro a varias empresas, pero el apagón precipitó la situación con la paralización del terminal de Jose, puerto por donde sale más de 70% de las exportaciones petroleras del país, en especial las provenientes de la Faja Petrolífera del Orinoco.

El gobierno de Nicolás Maduro está cada vez más limitado para colocar en el mercado el petróleo que antes vendía a Estados Unidos. Empezó exigiendo a las empresas de ese país el pago en Venezuela de los embarques, luego intentó negociar con India un incremento de las ventas, pero la presión estadounidense sigue pesando y ambas alternativas han fracasado.

Ante la negativa de socios tradicionales de adquirir el crudo venezolano, Pdvsa está copando sus almacenes y tiene tanqueros cargados que están varados en sus costas esperando algún comprador, una opción que parece más difícil cada vez, luego de que empresas de servicios de distribución estén cancelando sus contratos con la estatal.