Aristimuño: Nuevo esquema cambiario consolida dolarización forzada

El presidente de Aristimuño Herrera & Asociados, el economista César Aristimuño, sostiene que el nuevo sistema cambiario, ahora basado en mesas de cambio de divisas gestionadas por la Banca, consolida lo que parece ser una política de «dolarización forzada de facto» de la economía y vaticina que su funcionamiento puede estar comprometido por la crisis económica, la hiperinflación y, sobre todo, por las sanciones financieras internacionales.

Aristimuño apuntó que los volúmenes a transar estarán casi exclusivamente determinados por las posiciones en divisas de los bancos, ya que el Banco Central de Venezuela no podrá intervenir en las mesas por las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos en su contra, debido a que ha quedado sin la capacidad de hacer operaciones internacionales, por lo que no puede ni siquiera realizar transferencias.

«Este será un mercado prácticamente entre oferentes y demandantes privados, y ello plantea un problema serio con la oferta de divisas. Posiblemente, el BCV siga suministrando euros en efectivo para cubrir operaciones de menudeo, pero sin mayor capacidad de maniobra», advierte el economista y consultor especializado en Banca y Finanzas.

«No todos los bancos van a participar por carecer de corresponsales internacionales, lo cual es otra limitante. Estas entidades podrán, sin embargo, hacer transacciones de menudeo en efectivo que, como servicio, es interesante, debido a la creciente demanda de este tipo de operaciones derivada de la cantidad de personas que perciben ingresos en divisas», indica el presidente de Aristimuño Herrera & Asociados.

El economista César Aristimuño señala que, de acuerdo con informaciones que ha recibido, los montos mínimos de operaciones diarias para clientes corporativos estarán en alrededor de 30.000 dólares y para los no corporativos en 10.000.

«Estos montos no están establecidos por ninguna resolución del Banco Central, pero son los parámetros en los que se moverán algunas instituciones del sistema, de manera que el mercado tenga sentido económico. Definitivamente, este no es un mercado diseñado para pequeñas operaciones o el menudeo, ya que no son atractivas para el sistema financiero en general, aún cuando representan un mercado importante que hay que atender», advierte el también director del portal especializado Banca & Negocios.

Aristimuño deja claro que, en su opinión, el nuevo modelo no implica la existencia de libertad cambiaria, aunque es «una flexibilización importante que pudiera considerarse como positiva».

El economista señala como elemento destacable la posibilidad de que las empresas obtengan los bolívares que ya no reciben por créditos bancarios, por la restrictiva política de encaje del BCV, a través de la venta de divisas. «En el país hay compañías que facturan entre 15% y 25% de su caja en dólares, por lo que ahora podrán hacer sus operaciones en moneda local aparentemente con más fluidez».