El juicio en apelación del británico Robert Dawes, considerado uno de los mayores narcotraficantes de Europa, empezó el lunes en París, donde es juzgado por la importación de 1,3 toneladas de cocaína en 2013 en un vuelo de Air France entre Caracas y París.
Este hombre, de 48 años, fue condenado a 22 años de cárcel en diciembre de 2018, junto a otros cuatros individuos, declarados culpables de «importación de cocaína en banda organizada». Sólo Dawes, al frente del supuesto grupo, apeló.
La droga llegó el 11 de septiembre de 2013 al aeropuerto parisino de Roissy, escondida en unas 30 maletas. Tras esta incautación récord, cuyo valor de reventa se estimó en 50 millones de euros (56 millones de dólares), el organismo en aquel entonces a cargo de la lucha contra el tráfico de estupefacientes (Ocrtis) puso en marcha una extensa operación de infiltración y vigilancia. Nueve días más tarde, interceptó un camión con 300 kilos de cocaína y detuvo a cinco sospechosos.
Dawes fue arrestado dos años más tarde, en noviembre de 2015, en su mansión en el sur de España, en una operación coordinada por Europol.
El lunes, el acusado se presentó, a través de un intérprete, como el «gerente de una empresa de muebles». Ya reivindicó esta profesión en primera instancia, insistiendo que no sabía nada sobre esta entrega de cocaína.
Su abogado, Thomas Bidnic, criticó con dureza los métodos de la policía en este caso y estimó que el organismo antinarcotráfico Ocrtis había tenido «un gran rol en la importación de esta cocaína en Francia».
«Vamos a plantear la nulidad de la incautación de la droga, la provocación policial y, en cualquier caso, la absolución para Robert Dawes».