Banca acumula 23 semanas sin liquidez suficiente para prestar por déficit billonario de encaje legal

Desde el corte del pasado 29 de enero, es decir, 23 semanas consecutivas que la banca universal presenta un saldo negativo en la cuenta de reservas excedentes, lo que significa que no cuenta con liquidez disponible para prestar, mientras en el mismo lapso el requerimiento de encaje legal para este segmento del sistema ha aumentado 263% y se ubica en 1.480.461.869.382 miles de bolívares.

El pequeño segmento de la banca comercial no pasa por la misma situación, porque el volumen de encaje requerido es mucho menor frente a las reservas excedentes, al tiempo que el sistema microfinanciero ya acumula siete semanas con reservas excedentes en negativo, con un requerimiento de encaje de 7.040.955.309 miles de bolívares.

En total, el sistema bancario tiene un requerimiento de encaje de 1.487.521.126.889 miles de bolívares, mientras que el déficit de reservas excedentarias asciende a -518.064.520.703 miles de bolívares, que equivalen a -35% del encaje exigido.

Al cierre de junio, la cartera de crédito de la banca ascendió a 864.547.355.579 miles de bolívares, lo que significa que el monto total del encaje legal demandado por el Banco Central de Venezuela (BCV) excede en 42% al total de préstamos otorgados por el sistema.

Hay que reconocer que este diferencial se ha reducido, pues llegó a ser superior a 60% cuando el encaje marginal era de 100%; sin embargo, esta sigue siendo una situación inexplicable en un país donde el ciclo recesivo ya se prolonga por más de siete años y, además, sufre el impacto de una pandemia en condiciones financieras precarias.

Sin modificar la fórmula de cálculo del encaje legal, el Banco Central de Venezuela decidió en abril hacer un descuento que se calculará diariamente y será determinado por la sumatoria de los intereses pagados al instituto emisor por déficit de encaje desde el 4 de enero de 2021 y hasta el día hábil bancario anterior de la evaluación del cumplimiento de encaje.

La fórmula aplicada por la autoridad monetaria permite un descuento de 55 millones de dólares del requerimiento de encaje legal que equivale a 80% del déficit que presentaba el sistema antes de aprobada esta medida, según el cálculo de la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados.

-El «overnight» sigue «hot»-

Por causa de este déficit crónico en el saldo de la cuenta corriente de la banca en el BCV, la mayoría de los bancos sigue buscando recursos a tasas elevadas en el mercado interbancario a un día u «overnight», que el pasado 14 de julio volvió a registrar una tasa de 1.000%, algo que no sucedía desde el pico de iliqudez de abril, cuando la tasa máxima promedio mensual llegó a 1.750% y la promedio se estableció en 628%.

Todo esto, a pesar que el BCV decidió rebajar de 93% a 85% de las captaciones el encaje legal y viene administrando un mecanismo de descuentos desde abril.

En lo que va de julio, en el «overnight» se han transado 70 billones de bolívares, mientras que en junio el volumen negociado fue de 258,2 billones de bolívares. Febrero, con operaciones por 686 billones, y marzo con 930 billones de bolívares transados, han sido los meses más movidos en este mercado en el año; sin embargo, la demanda sigue siendo elevada. En estos dos meses, las tasas de interés máximas promedio en este mercado escalaron a 950% y 800%, respectivamente.

En dos oportunidades recientes la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) ha advertido recientemente sobre los riesgos que esta permanente presión sobre la liquidez del sistema puede generar. El gremio alertó al BCV sobre «la profunda reducción de la intermediación crediticia, (que) se origina en la presión que genera sobre la liquidez bancaria la severa política restrictiva de encaje que adelanta la autoridad monetaria, la cual se ha mantenido, con leves ajustes, por prolongado tiempo», en una comunicado emitida en abril pasado.

Y puntualizó: «el sistema requiere con urgencia que se adopten medidas estructurales que permitan normalizar los niveles de liquidez bancaria, en tanto que la prolongación de las restricciones de liquidez ha generado importantes distorsiones, que soportan riesgos significativos que amenazan la continuidad de la actividad bancaria».