El Banco Central Europeo (BCE) pidió el martes 28 de julio a los bancos de la Eurozona que no distribuyan dividendos ni compren sus propias acciones hasta enero de 2021 para enfrentar la crisis del coronavirus, indicó un comunicado de la institución.
El BCE prolonga así por tres meses la recomendación, emitida en marzo, «temporaria y excepcional» que apunta «a preservar la capacidad de los bancos de absorber pérdidas y sostener la economía en este entorno particularmente incierto».
El BCE pidió además a los bancos ser «extremadamente moderados» en el pago de bonus, «reduciendo por ejemplo la suma de la parte variable de los salarios».
«La creación de reservas sólidas de capital desde la última crisis financiera ha permitido a los bancos seguir prestando a empresas y hogares, y lo más importante es animar a los bancos a utilizar su capital para centrarse en esta tarea principal de prestar», afirmó el jefe supervisor del BCE, el italiano Andrea Enria.
El BCE va a reevaluar en el «cuarto trimestre» la necesidad de prolongar o no esas recomendaciones.
En forma general, «el sector bancario europeo puede resistir» a la crisis, pero un deterioro de la situación conduciría a una «disminución significativa del capital de los bancos» que requeriría «medidas suplementarias» por parte de los Estados, señaló el BCE en un comunicado diferente publicado al mismo tiempo.
En función de las recomendaciones de marzo, los principales bancos de la Eurozona renunciaron a pagar dividendos por un monto de 27.500 millones de euros (unos 32.250 millones de dólares) correspondientes al ejercicio 2019, según un estudio del BCE publicado a finales de mayo.
Entre marzo y mayo, la economía europea se ha visto gravemente afectada por la pandemia de coronavirus, que paralizó la producción y limitó el consumo en muchos países.