Estados Unidos apoya una salida negociada a la crisis política en Venezuela, pero mantendrá la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro hasta que haya elecciones libres y justas, afirmó el miércoles el principal asesor del presidente Joe Biden para América Latina.
Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, recalcó que Washington no dejará de ejercer presión sobre Caracas hasta que se celebren comicios transparentes.
«Vamos a seguir trabajando con la comunidad internacional para presionar al régimen para que tome medidas concretas hacia unas elecciones libres y justas», aseguró durante una teleconferencia con periodistas.
El alto funcionario reiteró que Biden desconoce la autoridad de Maduro por considerar ilegítima su reelección en 2018, y reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela dada su condición de líder de la Asamblea Nacional «elegida democráticamente» en 2015.
«Vemos un proceso negociado que conduce a elecciones libres y justas como el camino a seguir», señaló González.
Pero consideró que las negociaciones tienen que ser «serias», «concretas», «irreversibles» y con «un límite de tiempo». Y subrayó que si fracasan, Estados Unidos mantendrá su política de presión en Venezuela.
«Estamos trabajando activamente para asegurarnos de que estamos ampliando el consenso internacional a favor de la democracia en el país», dijo González.
El asesor de Biden dijo que no puede hablar de «conversaciones específicas» entre Maduro y la oposición con respecto a la negociación.
Estados Unidos no está involucrado «en ningún tipo de preparativo» que pueda estar teniendo lugar, ni puede afirmar que Noruega, que apoyó diálogos así en el pasado, esté desempeñando un papel ahora, señaló.
Maduro puso fin en agosto de 2019 a diálogos auspiciados por Noruega en rechazo a duras sanciones económicas de Estados Unidos, principal apoyo internacional de Guaidó.
El 11 de mayo, Guaidó propuso reanudar conversaciones con Maduro, un cambio con respecto a su anterior objetivo de sacar al mandatario del poder e instalar un gobierno de transición para organizar nuevas elecciones.
Estados Unidos se pronunció a favor de la iniciativa de Guaidó.
Venezuela, gobernada por Maduro desde 2013, vive una debacle social y económica que según la ONU ha forzado en los últimos años la salida de 5,6 millones de personas del país.