Boeing reporta pérdidas trimestrales de casi US$6.200 millones y enfrenta severas turbulencias
El gigante aeronáutico Boeing enfrenta una huelga de trabajadores e investigaciones de autoridades reguladoras por problemas de seguridad de algunas de sus aeronaves.
El fabricante estadounidense Boeing reportó pérdidas trimestrales de casi 6.200 millones de dólares en el tercer trimestre del año, debido a una huelga de casi seis semanas que afectó su división de aviones comerciales, y a problemas en sus negocios de defensa y aeroespacial.
La pérdida supera el consenso de los analistas para el tercer trimestre. El mercado esperaba 6.120 millones de dólares de saldo rojo y el dato final fue de 6.170 millones.
El gigante de la aviación, que ha estado bajo el escrutinio de los reguladores debido a problemas de seguridad, reportó un 1% de caída de sus ingresos, a 17.800 millones de dólares en el trimestre.
La dirección de la empresa espera la votación de los empleados de sus factorías de Seattle, para saber si aceptan el último acuerdo laboral negociado con su sindicato y el paro de actividades termina.
El mercado esperaba resultados negativos desde que el 11 de octubre el nuevo CEO, Kelly Ortberg, anunciara un recorte de personal de 10% en la empresa.
Solo las divisiones de defensa y aeroespacial registraron pérdidas de 2.000 millones de dólares en el trimestre, principalmente por el avión de reabastecimiento KC-46A Pegasus Air Force, que ya generó problemas en trimestres previos.
En tanto, los problemas con sus modelos 777X y 767, así como la huelga en curso del sindicato de maquinistas IAM generaron otros 3.000 millones de agujero financiero.
Las acciones de Boeing perdían alrededor de 2,6% al mediodía del miércoles en Wall Street.
Huelga y votación
Unos 33.000 trabajadores del IAM del noroeste de Estados Unidos entraron en huelga el 13 se septiembre.
La votación del nuevo acuerdo por parte de los trabajadores debería ser «ajustada», dijo el titular del sindicato el martes. Los resultados que podrían poner fin al paro se conocerán el miércoles por la noche.
Ortberg dijo en un mensaje a los empleados que un nuevo rumbo requerirá un «cambio cultural fundamental», así como pasos para estabilizar las finanzas, mejorar las operaciones y concebir una visión de futuro para la compañía.
«Tomará tiempo para devolver a Boeing su antiguo legado, pero con el enfoque y cultura adecuados, podremos volver a ser una empresa icónica y líder», expresó Ortberg en un comunicado.
El directivo se reunirá con analistas de Wall Street este miércoles en su primera conferencia telefónica desde que se incorporó a la compañía a inicios de agosto.
En una entrevista con CNBC, el ejecutivo aseguró que los recortes de personal no están relacionados con la huelga, pero dijo que son necesarios porque la compañía tiene más personal del necesario para su negocio actualmente.
Antes de la huelga, Boeing había comenzado a producir menos aparatos para asegurar más atención a los protocolos de seguridad, luego de que un panel del fuselaje de un avión 737 MAX de Alaska Airlines se desprendiera en pleno vuelo y forzara un aterrizaje de emergencia en enero.
El incidente se produjo años después de dos accidentes fatales con el mismo modelo en 2018 y 2019 con 346 fallecidos.
Boeing está bajo fuerte presión de las autoridades de la aviación.
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