Bonos de Venezuela repuntan en la víspera de reunión con acreedores
Los precios de los bonos venezolanos subieron el viernes impulsados por los esfuerzos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro de cumplir sus obligaciones, lo que aumentó el optimismo previo a una reunión en Caracas para discutir una reestructuración de deuda por unos 60.000 millones de dólares.
La semana pasada, el país miembro de la OPEP convocó a sus acreedores a renegociar la deuda, sin embargo, los tenedores están preocupados sobre la capacidad del Gobierno para reestructurar sus pasivos en medio de las sanciones de Estados Unidos, que impiden intercambiar los bonos actuales por nuevos.
Pero reportes de que PDVSA estaba cumpliendo con un pago retrasado de 1.200 millones de dólares en deuda, más la declaración de la estatal eléctrica Corpoelec asegurando que transfirió los fondos para cancelar intereses de un bono al 2018 reforzaron la confianza de los inversores en la capacidad del país petrolero para cumplir sus obligaciones, al menos por el momento.
La firma de corretaje Stifel Nicolaus & Co Inc dijo en un reporte que el pago de la eléctrica de 28 millones de dólares aumentó las posibilidades que los tenedores de bonos recibieran otros cupones de bonos.
“Creemos que la reunión del lunes será un determinante muy importante si estos cupones son pagados”, dijo la correduría.
Horas antes, la firma Wilmington Trust difundió un aviso de incumplimiento de pago de los intereses de un bono por 650 millones de dólares emitido por la Electricidad de Caracas, que luego de su nacionalización en 2007 pasó a ser parte de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
Corpoelec informó en Twitter que giró los recursos y apuntó que “cambios en la operatividad han afectado las transacciones”, sin aportar más detalles.
Wilmington Trust no respondió a las llamadas telefónicas de Reuters en busca de comentarios.
Si cae en cesación de pagos, la estatal podría enfrentar una demanda judicial que requiere del respaldo de una cuarta parte de los tenedores del título, en un litigio que puede demorar años, dijeron dos fuentes del mercado que conocen el proceso.
La demora, sin embargo, no tiene efecto sobre el resto de los bonos emitidos por Venezuela.
Los inversionistas han estado preocupados desde que Maduro hizo la semana pasada un confuso anuncio de reestructuración de deuda, aunque dijo que el país seguiría pagando sus obligaciones.
El bono soberano 2022 subió el viernes 4,950 puntos a 26,950 puntos, mientras que el PDVSA 2020 subió 5,500 puntos a 78,500 puntos.
Sin embargo, estas subidas aún no borran la caída que acumulan desde el viernes de la semana pasada.
Posible incumplimiento
El anuncio de la firma estadounidense de custodia DTC a los acreedores de PDVSA sobre la recepción de los fondos para procesar el pago del capital del bono PDVSA2017N impulsó el optimismo del mercado, dijeron tres fuentes a Reuters.
DTC debe transferir el dinero a los sistemas de compensación, que a su vez enviarán el pago a los clientes.
A pesar del optimismo del viernes, los precios de los swaps de incumplimiento crediticio -una forma de seguro contra el default conocida como CDS- se han disparado en la última semana y ahora reflejan que una cesación de PDVSA es casi inminente.
Algunos inversores dijeron el viernes que aún aguardaban el pago, que la estatal afirmó que comenzó a transferir a fines de la semana pasada, garantizando la amortización de capital e intereses por unos 1.169 millones de dólares.
DTC no informó a los clientes sobre el pago de los intereses, que tienen un período de gracia de 30 días.
El retraso llevó a acreedores a preguntar a un comité de la asociación del mercado de derivados ISDA si la firma cayó en cesación. El panel pospuso para el lunes una reunión a la que había citado para el viernes, informó en su sitio web.
El viernes también vence el plazo de 30 días que PDVSA tiene para cumplir con el pago de unos 80 millones de dólares que quedaron pendientes a principios de octubre por los intereses de su bono PDVSA 2027.
Si la petrolera no transfiere los fondos, caería en cesación.
Los tenedores de bonos estadounidenses no tienen restricciones para asistir a la reunión, pero se les prohíbe tratos con funcionarios sancionados por Washington, como el vicepresidente Tareck El Aissami, quien fue designado por Maduro para dirigir las conversaciones.
Venezuela habría prometido a los inversionistas que el vicepresidente y otros funcionarios sancionados no participarán en las conversaciones sobre la deuda, dijeron fuentes del mercado, pero varios acreedores han dicho a Reuters que no esperan asistir a la reunión convocada por el Gobierno.
El país petrolero, que enfrenta una profunda crisis económica con escasez y altísima inflación, también tiene hasta el lunes para cancelar otros 200 millones de dólares en intereses de otros títulos, que están pendientes de pago desde octubre.
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