Buques iraníes evaden los radares para vender petróleo
Desde sus oficinas en Suecia, los analistas de una nueva organización que vigila las entregas mundiales de petróleo se han quedado de una pieza con los esfuerzos iraníes para sortear las nuevas sanciones estadounidenses.
Desde finales de octubre, todos los navíos iraníes apagan sus transpondedores para evitar los sistemas internacionales de rastreo, algo inédito desde que TankerTrackers.com empezó a operar en 2016.
Ahora, los barcos solo pueden rastrearse manualmente mediante imágenes satelitales.
«Es la primera vez que veo un apagón general», dijo a la AFP Samir Madani, cofundador de TankerTrackers.
Esta es una de las técnicas de Irán y sus clientes para que el petróleo siga fluyendo después de que se reactiven las sanciones estadounidenses, a partir del lunes.
«Irán tiene alrededor de 30 embarcaciones en la zona del Golfo y los últimos 10 días fueron muy complicados, pero […] seguimos vigilando de forma visual», señala la cofundadora Lisa Ward.
Las enormes mejoras de los últimos años en las imágenes satelitales han permitido a compañías como TankerTrackers observar el avance de los buques a diario, mientras que antes las imágenes llegaban solo una vez por semana, o incluso más tiempo.
Irán espera que una menor transparencia le permita seguir vendiendo petróleo después del 5 de noviembre, cuando Estados Unidos reimpondrá la última tanda de sanciones levantadas en virtud del acuerdo nuclear de 2015, del que Washington se retiró en mayo.
Pero según Joel Hancock, analista de petróleo del grupo de servicios financieros francés Natixis, esto no quiere decir necesariamente que sus ventas se vayan a mantener altas.
«La principal cuestión con los rastreadores de cargueros es que escudriñan las exportaciones, pero no las ventas», dijo a la AFP, explicando que los buques podrían estar simplemente trasladando el petróleo para almacenarlo en China u otro lugar.
Otro método -empleado entre 2010 y 2015- es mantener el petróleo en cargueros enormes frente a las costas del Golfo.
Según TankerTrackers actualmente hay seis buques, con una capacidad total de 11 millones de barriles, fondeados en alta mar como contenedores flotantes, lo que libera capacidad en el puerto y permite entregas rápidas.
– Reducción de importaciones –
Aunque raramente hay datos precisos en el opaco mercado del petróleo, la mayoría de los analistas dicen que las exportaciones de Irán cayeron de 2,5 millones de barriles diarios en abril a 1,6 millones en octubre.
Los países que tienen fuertes vínculos de seguridad y comerciales con Estados Unidos se apresuraron a reducir sus compras de petróleo iraní. Corea del Sur y Japón las redujeron casi a nada, y Europa los siguió de cerca.
Aunque la Unión Europea prometió crear una «entidad con cometido especial» (SPV, por sus siglas en inglés) para proteger a las empresas que compren petróleo, los analistas ven pocas probabilidades de que las firmas se arriesguen a los castigos estadounidenses.
«Actualmente, el SPV está inoperativo», advierte Henry Rome, especialista en sanciones a Irán de la consultora Eurasia Group, basada en Washington.
Estados Unidos eximió a ocho países de la prohibición de comprar petróleo iraní, con la condición de que reduzcan sustancialmente sus pedidos.
Pero los clientes más perjudicados de la campaña de «máxima presión» de Estados Unidos son los mayores importadores de crudo iraní, China e India.
China se ha mostrado sorprendentemente dispuesta a cooperar con las sanciones, en parte porque tiene mayores preocupaciones con su guerra comercial con Washington.
Durante el último período de sanciones, China canalizó casi todas sus transacciones con Irán por el Banco de Kunlun, controlado por el grupo energético estatal CNPC, que fue sancionado por Estados Unidos en 2012, pero protegió de las penalidades al resto del sector.
«Kunlun fue un chivo expiatorio […] pero los bancos chinos parecen haberse dado cuenta del enorme riesgo y son mucho más cautelosos», dijo Rome.
Ahora China podría buscar nuevas vías para que el petróleo siga fluyendo, según Rome. «Parece que abrirán otro canal, quizás otro banco», señala.
India también busca mecanismos, como durante el último periodo de sanciones.
«La diferencia con la otra ocasión es que las sanciones llegaron por fases», recuerda Rome. «Esta vez hay un cierto miedo de que se pida efectuar reducciones sustanciales inmediatamente».
Incluso si Irán puede seguir sacando petróleo a hurtadillas de sus puertos, le resultará difícil ingresar el dinero en sus cuentas.
«Irán es un adversario fantástico, muy entrenado en diferentes técnicas para seguir vendiendo petróleo y enredar los datos, pero eso no es la panacea para todo», advierte Rome.
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