Caída del poder adquisitivo pesó más que fin del "7+7": ventas del Comercio no han repuntado como se esperaba
La presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, señaló que, pese a que no existen las limitaciones que generaba el método 7+7, las ventas, en términos generales, durante este primer trimestre no han cumplido con las expectativas empresariales, debido al bajo poder adquisitivo del venezolano.
“La mayoría de los comerciantes tenía aspiraciones de incrementar entre 10% y 15% la facturación comparada con el primer trimestre del año pasado, pero en algunos casos esto no ha sido así. El sector registra cierta lentitud y eso tiene mucho que ver con la capacidad, el poder adquisitivo del trabajador”, señaló la dirigente gremial.
Polesel, en conversación con Banca y Negocios, aprovechó para referirse al aumento salarial anunciado por el presidente Nicolás Maduro a 130 bolívares, equivalente a 30 dólares, y manifestó que “el problema no es que el trabajador gane más, el problema sigue siendo que el salario se le pulveriza en el bolsillo, y eso es producto de que aún no hemos abordado con contundencia el tema de la inflación, a pesar de que se ha ralentizado”.
Detalló que, durante este primer trimestre, también la recuperación del sector ha sido lenta por fallas en infraestructura y servicios que iban en recuperación. Por ejemplo, regresó la escasez de combustible en el interior del país y las fallas en el suministro de energía eléctrica con cortes diarios y más prolongados, lo que afecta la actividad comercial.
“La escasez de gasoil es muy pronunciada. El gasoil moviliza el 80% del transporte de carga, lo que hace mucho más complejo el abastecimiento, la movilización de mercancía y, por otra parte, la escasez de combustible, en términos generales, está haciendo más compleja la movilización de las personas a sus lugares de trabajo», señala la presidenta de Consecomercio, quien insiste en que «las limitaciones para el suministro de combustible han regresado”.
– Voracidad fiscal: el principal problema –
Tiziana Polesel, además, destacó como uno de los problemas más importantes de este primer trimestre, el cobro excesivo de los impuestos municipales, con un aumento de los tributos hasta 3.000% en algunos estados del país.
A esta situación «se le suma una fiscalización más intensa por parte del Seniat en todo el país. El principal inconveniente es que empresas que no tenían máquinas fiscales, porque trabajaban de la forma libre autorizadas por el Seniat, han sido obligados a cambiar a máquinas fiscales y eso ha generado multas de montos importantes. A algunos establecimientos les está costando mucho trabajo pagar esas sanciones que se suman al costo que significa pasar a máquinas fiscales”, señaló.
Polesel pidió, además, revisar el tema de las fiscalizaciones por pagos extemporáneos, e insistió en que “es algo que siempre debe verse con mucho cuidado, ya que, como producto de la pandemia, hay demoras que no pueden ser imputadas al comercio”.
En este sentido, hizo un llamado a las alcaldías y gobernaciones a sentarse a conversar con las cámaras de comercio regionales. El camino es ampliar la base tributaria para los gobiernos locales recauden más recursos y evitar el incremento de la informalidad producto del aumento en las tasas y tributos.
“Los comerciantes estamos siendo multados por elementos que están fuera de nuestro control, como, por ejemplo, pagar fuera de tiempo durante la pandemia era algo que lamentablemente no podíamos evitar, porque, incluso, la plataforma del Seniat estuvo caída en repetidas oportunidades», señaló la dirigente.
Sobre la Ley de Impuestos a Grandes Transacciones Financieras, Polesel advierte sobre el efecto perverso que puede generar este tributo en las estructuras de costos en una economía dolarizada. “No nos mentalicemos en que solo se trata que un producto suba 2%. El impuesto llega al fabricante, al distribuidor, al mayorista, a toda la cadena, y ahí es donde empieza el problema, porque es un impuesto en cascada que nominalmente representa muchísimo más de lo que indican”.
– La pandemia y sus efectos en el Comercio –
A dos años de la llegada de la pandemia al país, la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, aseguró que el sector aún viene arrastrando las consecuencias de todos los efectos y recordó que 35% de los comercios cerró en este lapso.
Las empresas no pudieron superar una baja importante en las ventas debido a la caída del consumo. Además, la dirigente señaló que la pandemia incrementó los costos de transporte y de los productos, debido a la inflación de los países de donde se importan la materia prima y los productos.
“Si se agudizan los problemas con el suministro de gasolina y energía eléctrica, habrá un impacto en el precio final de los productos. También regresaron las alcabalas. Entre Anzoátegui y Caracas se montan hasta 7 u 8 alcabalas, lo que implica retardos en los procesos logísticos que, sumados a la demora para abastecerse de combustible, implican costos más elevados. Son gastos que, de alguna manera, la empresa debe imputar al precio final del producto”, apunta Polesel.
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