#Análisis | ¿Cambiará Trump su postura respecto a Venezuela?
La amenaza inmediata que suponen los flujos migratorios descontrolados podría acabar superando cualquier otra preocupación que el presidente Trump pueda tener sobre Venezuela.
A principios de este mes, Chevron inició conversaciones con la administración Trump sobre sus negocios en Venezuela. El objetivo de las conversaciones: permanecer en el país y seguir produciendo petróleo. El reto: la percepción por parte de altos funcionarios de que la presencia continuada de Chevron en el país está apuntalando a Nicolás Maduro. Pero también hay una oportunidad. Trump puede utilizar a Chevron para su agenda venezolana, según un nuevo análisis de Oilprice.com.
La agenda es bastante simple: mantener la inmigración ilegal bajo control. Durante su primer mandato, esta no parecía ser la principal prioridad de Trump en lo que respecta a Venezuela, optando por las sanciones en un intento de doblegar al Gobierno de Caracas a su voluntad, algo que no funcionó.
Pero el poder blando puede funcionar, con la ayuda de Chevron. Esta gran empresa ha desempeñado un papel decisivo en la recuperación de la economía venezolana.
Chevron regresó al país sudamericano en 2022, con una exención especial de sanciones que se renueva cada seis meses. Gracias a esa exención, Chevron ha llegado a representar una cuarta parte de la producción petrolera de Venezuela, según informó Bloomberg en un análisis en profundidad de la situación en el país que alberga las mayores reservas de petróleo del mundo. También gracias a esa exención, la producción total de petróleo en Venezuela ha crecido, y también lo han hecho sus ingresos.
Desde la perspectiva de los funcionarios del gobierno que quieren a Chevron fuera de Venezuela, este hecho confirma su percepción de que la presencia de la Big Oil fortalece a Maduro.
Desde otra perspectiva, sin embargo, cuanto mejor le vaya a la economía venezolana, gracias a los mayores ingresos petroleros, menos venezolanos querrán emigrar ilegalmente y llegar a Estados Unidos, con régimen autoritario en casa o sin él. Es esta última perspectiva la que algunos creen que podría adoptar el presidente Trump.
«La actividad de Chevron ha introducido un elemento crucial para la estabilización macroeconómica del país», dijo a Bloomberg un analista con sede en Venezuela. «Ha reactivado la economía al añadir puestos de trabajo y nuevos contratos de servicios para la recuperación de pozos, y por las ventas de divisas al mercado interno», añadió Asdrúbal Oliveros.
Mientras tanto, Chevron sigue adelante con sus planes de expansión en Venezuela. Este mes, la empresa prevé aumentar en un 50% las exportaciones de crudo de sus operaciones venezolanas, hasta unos 143.000 barriles por día (bpd).
Esta sería la tasa de exportación más alta desde marzo de 2018, según indicó Bloomberg en un informe separado a principios de este mes.
En el último año, la producción de las operaciones venezolanas de Chevron se ha disparado un 37%, alcanzando los 110.000 bpd en enero. Y menos mal ante la amenaza de Trump de imponer aranceles a México y Canadá.
Esta amenaza no tenía por qué llevarse a cabo, pero si lo hubiera hecho, habría habido una alternativa para al menos el crudo mexicano, por no decir el canadiense, del que Estados Unidos importa más de cuatro millones de bpd. No obstante, es muy posible que en la Casa Blanca se esté llevando a cabo algún replanteamiento de prioridades.
«La prioridad inmediata de la administración Trump es la inmigración, no la redemocratización de Venezuela», dijo a Bloomberg Fernando Ferreira, jefe de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Group.
«La reunión Maduro-Grenell es prometedora para Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) y las compañías petroleras occidentales que operan en Venezuela, y de apoyo para la producción venezolana».
Queda por ver cómo Trump decidirá manejar la situación. Actualmente, las operaciones de Chevron en Venezuela están siendo revisadas, y cuando se le preguntó sobre si permitiría la continuidad de las exportaciones de la compañía desde Venezuela, Trump, según reportó Bloomberg, dijo: «Tal vez no».
Ahora bien, la preocupación inmediata que suponen los flujos migratorios descontrolados podría acabar superando cualquier otra preocupación que el presidente pudiera tener sobre Venezuela.
Como dijo a Bloomberg el jefe de asesoría energética del Atlantic Council, David Goldwyn, «la actividad de Chevron en Venezuela beneficia a ambos países, ya que es tener un actor eficiente que ayuda a que la economía de Venezuela no retroceda y evita que los migrantes regresen».
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