Candidato opositor en Ecuador se pronuncia sobre Venezuela

El candidato de la oposición ecuatoriana con mayores opciones para las presidenciales del domingo, Guillermo Lasso, aseguró que, de llegar al poder, le daría un mes al fundador de Wikileaks, Julian Assange, para salir de la embajada de su país en Londres y criticó al gobierno de Venezuela.

El banquero de 61 años dijo a Reuters en una entrevista en su sede de campaña, en su ciudad natal de Guayaquil, que de llegar al Palacio Presidencial de Carondelet rompería con una década de socialismo instaurada por el actual mandatario y renegociaría la deuda contraída con China.

Lasso aparece como favorito entre el pelotón de siete candidatos de oposición, pero se ubica por detrás del oficialista Lenín Moreno, quien no alcanzaría los votos suficientes para ganar en primera vuelta.

Analistas esperan que la oposición ecuatoriana cierre filas a favor de Lasso en un potencial balotaje en abril, lo que podría darle una victoria consolidando el retorno de la derecha en Sudamérica, luego de una década de fuerte presencia de la izquierda en un contexto de los altos precios de las materias primas.

En una entrevista la noche del jueves, Lasso prometió expulsar a Assange de la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado desde el 2012 para evitar una extradición a Suecia, donde es acusado de violación.

«Ecuador no tenía por qué haber gastado un sólo centavo en proteger a alguien que, en definitiva, filtró información reservada», dijo Lasso desde su oficina en el piso 24, con vista al Banco de Guayaquil, del que fue presidente por casi 20 años.

«Asumiré la responsabilidad de invitar al señor Assange a que deje la Embajada del Ecuador máximo hasta 30 días de iniciado nuestro gobierno», agregó.

Lasso también prometió adoptar una postura firme contra el Gobierno de Venezuela, cercano aliado del actual mandatario, Rafael Correa, donde las autoridades han paralizado un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, quien es acusado de mantener un centenar de presos políticos.

Venezuela atraviesa una de las peores crisis de su historia contemporánea con la inflación más alta del mundo, recesión económica y escasez de alimentos y medicinas. La oposición culpa a Maduro por el descalabro económico, pero el mandatario asegura que es víctima de una «guerra económica».

«Defenderemos la democracia a la cual tiene derecho el pueblo venezolano», dijo Lasso, quien se postula a la presidencia por segunda vez. «También exigiremos que se liberen a los presos políticos de manera inmediata, como es el caso de Leopoldo López y muchos más».

Además, Lasso dijo que abogará porque la Organización de Estados Americanos (OEA) presione para que se celebren elecciones «libres y transparentes» en Venezuela.

 «DESPILFARRO CORREÍSTA»

Entre sus planes, el candidato opositor busca analizar los contratos y préstamos suscritos con China desde el 2008, cuando la nación incurrió en una moratoria del pago de unos 3.200 millones de dólares de su deuda externa.

«Ha habido opacidad en esta relación con China», añadió Lasso, al comprometerse en publicar la letra pequeña de los acuerdos con el gigante asiático.

«Si son contratos onerosos que afectan al interés de los ecuatorianos los someteremos a renegociación», explicó.

Además de exportar petróleo, Ecuador vende al exterior camarones, flores, banano y cacao. Lasso espera que la economía permanezca estancada este año, pero asegura que, de ser elegido, propiciará un crecimiento de un 1,8 por ciento el próximo año, antes de alcanzar un 5 por ciento en el 2021.

Sólo en ese escenario podría considerar emitir más deuda en el mercado internacional.

«Una vez que recupere el crecimiento económico, emitiremos deuda a largo plazo, a más baja tasa de interés para que con estos recursos podamos recomprar o pagar la deuda de corto plazo y de alto costo», explicó.

Lasso también puso en duda la refinería del Pacífico, un proyecto de unos 13.000 millones de dólares respaldado por China, que se ha estacando en medio de dificultades para asegurar su financiamiento.

«Lo veo como el ícono del despilfarro correísta. Lo vamos a analizar y, de antemano, advierto que Ecuador no tiene los 13.000 millones de dólares para un proyecto que es cuestionable en términos de su conveniencia económica y financiera».