Cerca de 130.000 bpd de crudo venezolano llegaron a China en operaciones "buque a buque"
La llegada de petróleo venezolano a China a través de transferencias en altamar continuó durante al menos los primeros dos meses de 2020. Durante enero y febrero, la aduana china una vez más no informó de importaciones de crudo venezolano. Sin embargo, cerca de 130.000 bpd de crudo de PDVSA llegaron a puertos chinos en esos dos meses a bordo de siete tanqueros que habían realizado operaciones STS, según reseñó en su reporte especial Reuters.
La mayor petrolera china, al igual que clientes en otras partes del mundo, parecía estar cediendo ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, a pesar del apoyo declarado del presidente chino, Xi Jinping, a Maduro.
Pero China nunca dejó de importar. El crudo de Petróleos de Venezuela SA, o PDVSA, siguió llegando a puertos chinos, con la ayuda de una subsidiaria con sede en Suiza de Rosneft, la petrolera estatal rusa, y un método de entrega indirecta que hizo parecer como si el origen del petróleo fuera Malasia.
Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre, tanqueros entregaron al menos 18 embarques por un total de 19,7 millones de barriles de crudo venezolano, pero con nombres cambiados en puertos chinos, determinó Reuters.
Ese hallazgo se basa en una revisión de datos de seguimiento de barcos, documentos internos de PDVSA y entrevistas con cuatro analistas petroleros que han rastreado los flujos del crudo venezolano por todo el mundo.
Una unidad de CNPC fletó por lo menos uno de esos tanqueros, lo cual significa que era responsable del petróleo a bordo, según datos de Refinitiv. Ese tanquero, llamado Adventure, cargó crudo venezolano el 18 de julio y lo descargó en China el 4 de septiembre, muestran los datos de seguimiento. No estuvo disponible la información sobre los fletes de los otros buques que descargaron crudo en China.
Esos 18 envíos representaron más del 5% de las exportaciones totales de Venezuela en 2019, con un valor de alrededor de 1.000 millones de dólares a precios de mercado para el crudo insignia del país, conocido como “Merey”, con base a valores de la OPEP.
Las ventas proporcionaron un apoyo muy necesitado por el gobierno de Maduro, aunque no pudo determinar cuánto ingresó a las arcas estatales. PDVSA a menudo vende su crudo con descuentos y muchas de sus transacciones se destinan a pagos de deuda, en lugar de generar efectivo.
El método de despacho, que involucra la transferencia de petróleo entre buques en altamar, ha estado bajo escrutinio durante meses por parte de la administración Trump.
El año pasado, China reemplazó a Estados Unidos como el mayor importador de petróleo de Venezuela, otro elemento en la acalorada rivalidad entre Washington y Pekín.
Las refinerías estadounidenses dejaron de comprar crudo venezolano.
El aliado de Caracas, China, un importante cliente por largo tiempo, se encontró de repente como el principal comprador.
Durante los primeros seis meses de 2019, China importó un promedio de 350.000 barriles por día (bpd) de crudo de Venezuela.
Pero en agosto, Washington endureció sus sanciones a Venezuela, advirtiendo que cualquier entidad extranjera que continuara haciendo negocios con el gobierno de la nación sudamericana podría estar sujeta a las medidas.
La estatal China National Petroleum Corp, conocida como CNPC, dejó ese mes de cargar petróleo en los puertos de Venezuela.
Los datos de importación de China mostraron que las compras comenzaron a disminuir, y para fines de 2019, se detuvieron abruptamente.
En febrero, Washington impuso sanciones a Rosneft Trading SA, que es la subsidiaria, con sede en Ginebra, de Rosneft, señalada de ayudar a Venezuela a exportar su petróleo mediante las llamadas transferencias de “buque a buque” (STS, por sus siglas en inglés) para enmascarar el verdadero origen del crudo. Rosneft negó cualquier mala práctica.
“La compañía siempre ha estado llevando a cabo y está llevando a cabo sus negocios en total conformidad con la legislación internacional aplicable”, dijo Rosneft en un comunicado el 5 de junio en respuesta a preguntas para este artículo.
Las importaciones indirectas de China de crudo venezolano caen en una suerte de zona gris, según Peter Harrell, experto en sanciones en el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS), un instituto de investigación en Washington.
Harrell cree que las sanciones estadounidenses autorizan a Washington a castigar a empresas que compran petróleo de PDVSA a través de un intermediario, particularmente si la empresa “sabe o debió saber que era crudo venezolano”. Pero eso no obliga al gobierno estadounidense a actuar.
“Al final del día, estas sanciones son principalmente decisiones con base en políticas públicas”, dijo Harrell.
Reuters no pudo verificar independientemente si China sabía que el petróleo que había llegado a sus costas, a través de Rosneft Trading, provenía de Venezuela.
– China mantuvo viva a PDVSA –
Pero las compras chinas ayudaron a Venezuela a mantener viva su industria energética en momentos en que la caída de la demanda, por parte de otros compradores foráneos, creaba un exceso de petróleo en tierra, casi obligando a PDVSA a detener la producción en campos esenciales.
Las maniobras de STS son un espejo de las tácticas que Irán, cuya industria petrolera también está sancionada por Estados Unidos, que las ha utilizado para enviar su crudo a China durante años.
Un representante del operador de un terminal chino, donde fue descargado uno de los cargamentos de 2019, negó en su momento que el origen del petróleo fuera Irán.
Alireza Miryousefi, portavoz de la misión de Irán en las Naciones Unidas en Nueva York, dijo en un comunicado que “el cómo vendemos o exportamos nuestro petróleo no es asunto de nadie”. Agregó que las sanciones estadounidenses a las exportaciones petroleras de Irán son “ilegales”.
Los envíos a China de crudo venezolano eran inusuales por una variedad de razones, dijeron analistas petroleros.
Las transferencias STS generalmente se usan con fines legítimos: descargar petróleo desde embarcaciones de producción, trasegar petróleo desde grandes tanqueros a embarcaciones más pequeñas que pueden transitar canales de navegación estrechos o poco profundos, o llenar un barco grande de exportación ante la falta de puertos de suficiente capacidad.
El uso de esta técnica para transportar petróleo de Venezuela a China no se vio sino hasta mediados del año pasado, dijeron los analistas.
Los tanqueros que salían de Venezuela cargando el crudo de PDVSA no viajaron directamente a China, como lo hicieron en el pasado.
En cambio, 15 embarcaciones cuyas rutas fueron revisadas por Reuters salieron de Venezuela y se dirigieron primero a la costa de Malasia, según muestran los datos de seguimiento. A pocos kilómetros de la costa, en el estrecho de Malaca, cada uno se encontró con un segundo tanquero vacío que se había acercado.
El barco lleno luego transfirió su carga al que estaba esperando y, en algunos casos, a varias embarcaciones más pequeñas. Dieciocho de los barcos receptores se dirigieron a China, donde el crudo venezolano fue descargado y registrado como producto de Malasia, según muestran los registros de aduanas de China.
Las importaciones fueron una ruptura con las prácticas de China en el pasado. La nación asiática habitualmente importa crudo de países como Brasil y Rusia mediante transferencias STS, Las aduanas chinas han registrado con precisión los verdaderos países de origen en esos casos, según los datos de las aduanas chinas y Emma Li, analista de petróleo de Refinitiv, en Singapur.
Además, Malasia es un productor mediano de petróleo que típicamente no vende crudo a China en los volúmenes registrados por la aduana de Pekín en 2019, según los registros.
El comercio triangulado de petróleo venezolano se encuentra ahora en la mira del gobierno de Trump.
– Parada técnica en Malasia –
Malasia es un lugar popular para las transferencias de crudo entre tanqueros debido a su proximidad con Singapur, uno de los mayores centros de almacenamiento y comercio de petróleo del mundo. Una de las operaciones de STS ocurrió cerca del puerto de Kuala Linggi de Malasia, los demás tuvieron lugar fuera del puerto malayo de Tanjung Bruas.
Para demostrar cómo funcionan estas transferencias STS, Reuters utilizó registros de Refinitiv Eikon para reconstruir un envío a China de 2 millones de barriles que salió del terminal de Jose, en el noreste de Venezuela, el 5 de agosto de 2019.
El petróleo fue transportado en el tanquero Delta Aigaion con bandera de Liberia, según datos de Refinitiv Eikon y uno de los documentos de PDVSA vistos por Reuters.
El crudo era una mezcla pesada conocida como Merey 16, que es exclusiva de Venezuela. El cliente figuraba como Rosneft Trading, según muestra el documento de PDVSA.
El Delta Aigaion navegó a aguas de Malasia cerca del puerto de Tanjung Bruas. Allí la tripulación hizo una transferencia STS el 28 de octubre para trasegar el Merey 16 a otro tanquero, el Lipari, con bandera de Malta, según datos de Refinitiv Eikon.
El Lipari luego se dirigió a China, descargando su crudo el 12 de diciembre en el puerto de Zhanjiang, según los datos.
Los registros de seguimiento de barcos de Eikon muestran las ubicaciones de los barcos y qué tan llenos están sus depósitos. En este caso, los datos revelaron que el calado de cada barco cambió drásticamente mientras se encontraban simultáneamente frente a la costa de Malasia.
El calado es la distancia vertical entre la línea de flotación y el fondo del casco de una embarcación, una señal de cuán pesada es la carga que transporta. Las mediciones preliminares mostraron que el Delta Aigaion llegó a Malasia lleno y partió luego de allí vacío, mientras que lo contrario ocurrió para el Lipari, una indicación de que se produjo una transferencia de petróleo entre los dos.
En una foto tomada por un satélite de radar de la Agencia Espacial Europea y entregada a Reuters por Planet Labs, compañía de imágenes terrestres con sede en San Francisco, se puede ver al Delta Aigaion y al Lipari acercándose uno al otro para comenzar la transferencia de petróleo el 28 de octubre.
La autenticidad de esa foto fue verificada por el proveedor de datos sobre la industria petrolera TankerTrackers.com, que se especializa en análisis de imágenes satelitales para el seguimiento de embarcaciones.
Eikon recaba información de ubicación a partir de imágenes satelitales, así como de sensores terrestres que recopilan datos de los transmisores de los barcos.
El derecho marítimo internacional exige que las embarcaciones estén equipadas con transmisores para proveer información sobre su posición, velocidad y destino.
El gobierno de Estados Unidos ha acusado a embarcaciones y firmas navieras que han transportado petróleo de Venezuela e Irán de manipular esos datos para evadir a las autoridades, ya sea mostrando destinos falsos o simplemente apagando sus equipos de comunicación.
Lea completo el reporte especial de Reuters aquí
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