Cerca de 200 personas fueron detenidas en Venezuela el fin de semana por violar la cuarentena vigente desde marzo pasado por la pandemia de COVID-19, informó el gobierno.
«Durante el fin de semana resultaron detenidas 193 personas tras varios dispositivos de seguridad que se realizaron para garantizar el cumplimiento de la cuarentena social y prevenir la propagación de COVID-19», señaló el Ministerio de Interior en una nota que difundió en redes sociales.
Las detenciones fueron llevadas a cabo por agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que «desmantelaron 17 fiestas clandestinas que violaban el cumplimiento de la cuarentena» vigente en el país caribeño, añadió.
Según el texto, fueron incautados licor, reproductores de sonido y vehículos.
El ministerio de Interior no precisó las localidades donde hicieron los arrestos. Los detenidos, indicó, quedaron a la orden del Ministerio Público.
Al reconocer un «preocupante» incremento de los casos, el presidente socialista Nicolás Maduro ha dicho que las «rumbas» (fiestas) se han convertido en foco de contagio.
A partir de este lunes y durante una semana, rigen en Venezuela siete días de «cuarentena radical».
Actualmente, este país de 30 millones de habitantes suma 20.206 contagios y 176 muertes por coronavirus, de acuerdo con cifras oficiales, las cuales son cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch (HRW) al considerarlas poco confiables.
El gobierno de Maduro aplica desde junio un esquema que llama «7+7», que alterna siete días de confinamiento estricto, en los cuales todos los comercios son obligados a cerrar salvo los de sectores «esenciales» como alimentos o salud, con siete de vida flexible que permiten reactivar el resto de las actividades.
Sin embargo, cumplir una cuarentena estricta es un lujo para muchos que viven día a día en un país con hiperhinflación, seis años continuos de recesión y una creciente pobreza.
Cotidianamente suele verse bastante movimiento en las calles a pesar de las restricciones.