César Aristimuño: La banca está en condiciones de distribuir el nuevo cono monetario

La banca venezolana cuenta con las condiciones necesarias para distribuir el nuevo cono monetario que el Ejecutivo Nacional solicitó se pusiera en circulación desde el próximo lunes 16 de enero. 

Así lo aseveró el economista César Aristimuño, director de Aristimuño Herrera & Asociados, quien indicó que las instituciones financieras podrán favorecer la entrada en vigencia de la nueva familia de billetes siempre y cuando reciban los insumos (billetes) suficientes del Banco Central de Venezuela, según afirmó durante una entrevista transmitida a través del programa televisivo Globovisión Economía. 

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«La banca estará en las condiciones de suplir las exigencias de sus clientes y así llevar a cabo una distribución equitativa del nuevo cono monetario a través de su red de agencias», precisó Aristimuño. 

Además consideró que el billete de 100 bolívares probablemente seguirá circulando entretanto no exista la disponibilidad suficiente de piezas del nuevo cono monetario para suplir las necesidades de los agentes económicos. 

Petróleo y deuda

Aristimuño sostiene que Venezuela no entrará en default en 2017, pero seguirá dedicando gran parte de los ingresos petroleros en la cobertura del servicio de deuda, con pagos importantes concentrados en los meses de abril y noviembre. 

Según las proyecciones que se manejan en la firma, de mantenerse los actuales niveles de precios petroleros en los principales indicadores petroleros (west texas y brent), la cesta venezolana debe cerrar el año con un promedio de entre 42 y 45 dólares por barril. 

«Esto le daría al Gobierno aproximadamente unos 6.000 millones de dólares adicionales, lo cual nos lleva a señalar que muy probablemente se cubran los compromisos financieros. no obstante, tendríamos que ver si los reclamos de empresas internacionales al gobierno nacional evolucionan de manera positiva, lo cual pudiera afectar las condiciones de pago de los bonos», precisó. 

Retos de 2017

A juicio del analista, el país enfrenta cuatro grandes resto en el año que recién comienza. El primero de ellos está vinculado a la producción, toda vez que la fuerte contracción del PIB experimentada el año pasado ha llevado la capacidad del sector productivo a niveles críticos. Asimismo, la contracción de aproximadamente 50% en las importaciones ha agravado la escasez. 

En segundo lugar, la inflación sigue presente como una amenaza que se debe solucionar, en buena parte, por la vía de una mayor oferta de bienes. En este sentido, el reciente aumento salarial decretado por el Gobierno, lejos de plantear una salida a este flagelo impactará la productividad de las empresas al incurrir en mayores costos sin que mejoren sus incentivos de producción.  

En el tercer punto mencionó la necesidad de llevar a cabo ajustes cambiarios que reduzcan la actual brecha existente entre los tipos de cambio oficiales con miras a la unificación, y que ayuden a atenuar el comportamiento del dólar no oficial.

Finalmente destacó la necesidad de rescatar la inversión externa e interna a través de una moderación del discurso oficial y la generación de condiciones acordes.