China establecerá un nuevo sistema para reforzar su «seguridad nacional» en materia tecnológica, anunció un medio estatal, en un momento de fuertes tensiones con Estados Unidos sobre el gigante de telecomunicaciones Huawei.
La poderosa Agencia de Planificación Económica (NDRC) fue encargada de establecer un sistema «tendiente a prevenir y resolver de manera más eficaz los riesgos en materia de seguridad nacional», indicó China nueva.
La agencia de prensa no da ningún detalle y no precisa de manera explícita si la medida está relacionada con la guerra comercial en curso entre China y Estados Unidos, pero promete «medidas detalladas en un futuro cercano».
El conflicto comercial entre las dos potencias mundiales se reanudó el mes pasado tras el alza por parte del presidente estadounidense Donald Trump de aranceles sobre productos chinos por una suma de 200.000 millones de dólares.
Pero sobre todo Washington, tras haber puesto trabas a las ventas de Huawei en Estados Unidos, anunció a mediados de mayo su intención de colocar la empresa privada en una lista de sociedades sospechosas a las que no se puede vender tecnologías.
Esta medida, tomada en nombre de la «seguridad nacional» por temor a que China utilice tecnologías estadounidenses para fines de espionaje, amenaza la sobrevivencia del grupo chino. Este tiene necesidad de partes y programas fabricados en Estados Unidos para sus productos.
«Según lo que sé, China instala un mecanismo de control para proteger sus principales tecnologías», indicó el sábado en Twitter Hu Xijin, influyente redactor en jefe del diario chino Global Times, que afirma con frecuencia que dispone de fuentes de alto nivel al interior del gobierno.
Menciona «una iniciativa para responder a las medidas represivas estadounidenses».
«Cuando entre en vigor, algunas exportaciones de tecnologías hacia Estados Unidos serán sometidas a un control», afirma Hu.
China acusa a Donald Trump de querer impedir el avance de Huawei, pues la empresa es líder mundial de la 5G (quinta generación de redes móviles) y no tiene enfrente ningún concurrente estadounidense.
En respuesta a Estados Unidos, China ya anunció a inicios de junio la creación de una lista negra de entidades extranjeras «no fiables», que podría tener como objetivo las empresas que rechazan suministrar tecnologías al grupo chino.