Cifar: flexibilización en la industria debe ser permanente y segura
El presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar), Tito López, llamó a poner «en revisión» el plan de flexibilización que ha adoptado el Ejecutivo Nacional para «emparejar» el esquema 7+7 de la cuarentena.
Según López, los sectores productivos de la economía que han cumplido fielmente con los protocolos de bioseguridad y que se han mantenido «a la altura de la pandemia», no deberían ajustarse a temporadas que impliquen radicalización. En cambio, «los controles deben ser reforzados en zonas donde exista un número mayor de contagios por coronavirus», alegó.
La Industria Farmacéutica, pese a mantenerse activa, también depende de medidas oficiales para adaptarse ante la nueva realidad y hacerle frente a las circunstancias como la escasez del combustible para movilizar materia prima o el traslado de personal.
A su entender, López plantea desarrollar, con responsabilidad, un esquema de flexibilización que incorpore al sector industrial permanentemente de forma vigilada.
«Tendría que ser una flexibilización que esté vigilada constantemente porque para eso existen los entes correspondientes», señaló siguiendo la idea de que esta medida se mantenga bajo la estricta supervisión.
Denunció que en zonas donde existe mayor número de contagios existen “controles pobres”, lo que trajo como consecuencia el brote del virus en algunas regiones, “sobre todo en la frontera”.
El presidente de Cifar informó que las farmacias ubicadas en centros comerciales apenas empiezan a experimentar un periodo de recuperación luego de no poder abrir en más de 120 días. Por lo tanto, no pudieron producir ni cubrir sus principales costos fijos como luz, agua o alquiler. «A lo mejor hay farmacias que no se van a poder recuperar», enfatizó el también miembro del comité ejecutivo de Conindustria.
Siendo un sector prioritario, el sector salud en Venezuela se encuentra ahorcado. Es el caso también de clínicas, centros de diagnóstico y laboratorios, que funcionan en centros comerciales, que también se han visto afectados por las medidas oficiales.
Sin embargo, a juicio de López, las empresas aún se mantienen cubriendo sus costos fijos, tales como derecho de frente, impuestos municipales, impuestos sobre la renta, entre otros. «Esos gastos se están generando sin facturar», acotó.
– Unidades vendidas no implica recuperación –
Tito López detalló que el mercado farmacéutico vendió 61.290.460 unidades entre enero y junio de 2020, lo que representa un aumento del 30% en relación con el mismo periodo del año anterior, cuando se expendieron 47.241.354 unidades, de acuerdo con datos suministrados a Banca y Negocios por Cifar.
«Eso no quiere decir el sector farmacéutico muestre una ligera estabilización ni que la producción nacional haya aumentado», manifestó López, al aclarar que el fenómeno se debe a las importaciones libres de aranceles.
En marzo de 2020, el mercado farmacéutico registró un crecimiento de 183% en comparación con marzo de 2019, “que fue totalmente paupérrimo”. Este aumento se explica porque el mercado se deprimió aceleradamente en 2019 por los apagones o cortes eléctricos, los cuales impactaron negativamente las ventas de medicinas. Ahora, la llegada del coronavirus al país, provocó que los consumidores salieran a hacer compras nerviosas, sobre todo de analgésicos, antiinflamatorios y antihistamínicos.
Nueve de los 10 primeros productos de mayor venta en el mercado farmacéutico venezolano son analgésicos antiinflamatorios. Dentro del ranking, se encuentra el ansiolítico antidepresivo Alprazolam y medicamentos para la atención de la disfunción eréctil.
«En un mercado normal, con una industria sana, los primeros productos de venta del mercado farmacéutico son para enfermedades crónicas, como antihipertensivos, productos para la diabetes. Ahora el poder adquisitivo está mermado y por ende el consumo ha caído. El promedio mensual es de 9,5 millones a 10 millones de unidades, bajo para Venezuela. En años anteriores el mercado promedio mensual era de 50 a 60 millones de unidades», dijo López.
El especialista advirtió que si las condiciones económicas se mantienen estancadas, el promedio mensual llegará entre 8 a 10 millones de unidades.
«Posiblemente cerremos igual al año anterior, entre 120 y 125 millones de unidades por año», detalló.
En periodo de cuarentena, “se ha tratado de concentrar los mayores esfuerzos en productos que se utilizan para el tratamiento coadyuvante de Covid-19 sin descuidar los productos para casos crónicos”, precisó.
– Ante las jornadas de vacunación –
Ante el posible escenario de iniciarse un proceso de vacunación en el país, Tito López sugirió desarrollar centros de vacunación a través de las mismas cadenas comerciales de farmacias.
«Si todo está planificado, se puede hacer una muy buena campaña de vacunación «, expresó.
El especialista enfatizó que el sector salud debe estar dentro de ese posible plan acerca de la importación de vacunas para Covid-19.
“No somos políticos (…) El sector salud privado siempre ha acudido al llamado de cualquier tipo de reuniones”, aclaró.
De igual manera, el presidente de Cifar reiteró que el sector se encuentra operativo, incluyendo sus plantas – que por lo general se encuentran en Miranda-.
Denunció que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) no está respetando el derecho que posee el sector salud para operar en tiempos de pandemia. Aun contando con salvoconducto, los cuerpos de seguridad retienen indiscriminadamente al personal de salud cuando estos necesitan trasladarse a sus puestos de trabajo.
«Médicos, enfermeros, estudiantes, auxiliares de farmacia, aprendices, el sector salud es de vital importancia y no debe ser reprimido (…) Funcionario no salva vidas», expresó.
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