Claves | ¿Quiénes se benefician y quiénes pierden con la ley de Zonas Económicas Especiales?

Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son regiones geográficas en las que rige un marco legal diferente al vigente en el resto del país.

El economista Víctor Álvarez, en su podcast Pedagogía Económica, explica que las nuevas inversiones que se realicen en las ZEE son liberadas de impuestos, controles económicos y regulaciones laborales y ambientales, a través de la implantación de un régimen socioeconómico especial, que asegura por un período no menor de 10 años la devolución automática, total o parcial del impuesto de importación, Impuesto sobre la renta (ISLR) o Impuesto al Valor Agregado (IVA), así como la exención de los regímenes aduaneros aplicables a la importación y explotación de materias primas, insumos y bienes de capital destinados a crear una oferta exportable que genere las divisas que ya no aporta el petróleo.

En las ZEE, prosigue el especialista, se limita la organización de sindicatos para exigir mejores laborales y condiciones laborales y las medidas de protección ambiental para el tratamiento de emanaciones gaseosas y desechos sólidos también se pueden flexibilizar y desaplicar.

«En un país donde la economía se ha reducido un 80% y el salario mínimo es de apenas 2,5 dólares mensuales, el gobierno nacionalista y estatista se abre paso a la inversión extranjera y les ofrece exoneraciones de impuestos y bajos salarios para que vengan a explotar los recursos naturales que el país tiene», señala.

– Organización –

Según el artículo 5 de la ley las ZEE, estás se organizan de acuerdo a la disponibilidad de recursos naturales.

El artículo 8 señala que se instalarán en territorios con importante concentración de recursos naturales que permitan su transformación en procesos industriales para la exportación.

– Campo de inversión –

El artículo 13 incluye entre los sectores priorizados la energía, hidrocarburos, y derivados y minerales.

Con la implantación de las ZEE, el territorio venezolano quedará fragmentado en zonas de distinta categoría, en las que se podrá explotar sin mayores restricciones las riquezas naturales del país.

El campo de inversión se abre a los servicios públicos de electricidad, agua, gas, telecomunicaciones, autopistas, puertos y aeropuertos e infraestructura que demandarán las nuevas inversiones en esos territorios.

– Ganadores y perdedores –

El sacrificio fiscal que causa las exoneraciones y devoluciones de impuestos se hace con el argumento de que en el mediano y largo plazo se generará un impacto dinamizador sobre otras regiones y sectores de la economía nacional.

En la ley de ZEE, el sujeto estipulado es la inversión extranjera, no el fisco ni los trabajadores ni la naturaleza.

La desaplicación del marco legal vigente permitirá a las empresas operar con mayor libertad, mejorar su rentabilidad y generar divisas a costa del sacrificio fiscal del estado y de la protección laboral y medioambiental.