Partidos minoritarios de la oposición en Venezuela iniciaron este lunes ante la autoridad electoral los trámites en pro de solicitar un referendo para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro este año.
«El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó este lunes tres solicitudes de inicio de procedimiento para una eventual activación de un referendo revocatorio» contra Maduro, informó el organismo en Twitter, que anuncia la próxima publicación de un cronograma para recolectar las más de cuatro millones de firmas necesarias para poner en marcha esta iniciativa.
Se trata de 20% del Registro Electoral, requisito mínimo exigido por la ley para que proceda la petición de un referendo revocatorio.
Ninguna de las tres solicitudes ha recibido aún el apoyo de los principales políticos opositores.
«Queremos, simplemente, que se cumpla Constitución», dijo más temprano a la prensa el abogado Nelson Chitty La Roche, miembro de la coalición Movimiento Venezolano por el Revocatorio (Mover) -conformada por media docena de pequeñas organizaciones políticas-, que presentó una de las solicitudes aprobadas por el CNE para comenzar el procedimiento.
La Constitución prevé que cualquier funcionario electo por voto popular puede ser removido de su cargo a través de un revocatorio, una vez cumplida la mitad de su período.
Se requieren las firmas del 20% del Registro Electoral en un engorroso proceso. Después, en caso de que el referendo fuese convocado, el funcionario debe perder con más votos de los que recibió en su elección.
La AFP consultó con los equipos de los reconocidos dirigentes opositores Juan Guaidó y Henrique Capriles sobre la opción de activar el mecanismo, pero no obtuvo respuestas inmediatas en medio de un debate interno sobre si ir al revocatorio contra Maduro o esperar a las elecciones presidenciales previstas en 2024.
Ya la oposición intentó sin éxito convocar en 2016 un revocatorio al primer mandato de Maduro, electo primero en 2013 tras la muerte de su mentor y padre político Hugo Chávez, y luego reelegido en 2018 en unos comicios que el gruso de la oposición tildó de «fraude» y que fueron desconocidos por la oposición, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países.
El proceso, entonces, fue bloqueado por el CNE y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista.
El único revocatorio que ha prosperado lo enfrentó Chávez en 2004 y lo superó con una aplastante victoria de casi 20 puntos de ventaja.
El CNE fue reestructurado el año pasado como fruto de una negociación que abrió espacio a autoridades próximas a la oposición, aunque el organismo sigue controlado por el chavismo.
– La oposición en una nueva encrucijada –
Con celeridad, el organismo electoral admitió las solicitudes de revocatorio presidencial sin que exista una norma actualizada sobre este tipo de eventos que, aunque previstos en la Constitución, no han resultado sencillos de activar, más aún si las principales fuerzas de la oposición no tienen una posición unitaria sobre este punto.
Los partidos de la denominada Alianza Democrática, organizaciones de centro izquierda en su mayoría, rechazan el revocatorio y se decantan por esperar a las elecciones presidenciales de 2024. Sus razones básicas son las falta de coordinación política y estratégica en el antichavismo y la ausencia de un acuerdo con el chavismo para asegurar que no existan trabas para la convocatoria.
Algunos dirigentes de este sector señalan que no tiene sentido entrar en el proceso revocatorio sin tener una candidatura unitaria que, en el caso de revocar al mandatario, compita en las elecciones siguientes, que deben organizarse 30 días después de conocidos los resultados del referendo.
En cuanto al sector tradicional de la oposición, liderado por Acción Democrática (Ramos Allup), Voluntad Popular (Leopoldo López y Juan Guaidó), Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo (UNT) como organizaciones más prominentes, pero actualmente muy disminuidas, no hay una posición clara.
Guaidó, como líder institucional de la oposición reconocido aún como mandatario interino por un grupo de países encabezados por Estados Unidos, no ha emitido un juicio claro sobre si respaldará este opción. Sigue insistiendo en exigir condiciones comiciales que refuercen las posibilidades de elegir, según sus propias palabras y su alternativa preferida son unas elecciones presidenciales adelantadas que no tienen ninguna posibilidad de convocarse.
El referendo revocatorio se dinamizó a partir de los resultados de Barinas, pero ha sido solicitado por organizaciones minoritarias que no podrían impulsarlo sin el concurso de todo el sector opositor. Parece que esa es la apuesta del oficialismo.