El gobierno colombiano ofreció unos 795.000 dólares de recompensa por información que lleve a la captura de los responsables del ataque al helicóptero en el que viajaba el presidente Iván Duque ocurrido la víspera cerca de la frontera con Venezuela.
«Se ofrece una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos para aquella persona (…) que permita dar con los responsables de este atentado terrorista», dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, en un video enviado a medios desde la ciudad de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander.
El director general de la policía, el general Jorge Vargas, precisó que los disparos se dieron desde un barrio de esa misma urbe, cercano al aeropuerto de donde despegó la aeronave presidencial.
«Se desplegó un equipo de búsqueda sobre ese sector y fueron encontrados dos fusiles»: un AK-47 cuyo número de registro está siendo investigado y otro calibre 7,52 «con marca de las Fuerzas Armadas de Venezuela«, así como 20 vainillas percutidas, agregó.
Duque viajaba junto con sus ministros de Defensa y de Interior así como con el gobernador de Norte de Santander a bordo del helicóptero que salió de Sardinata con rumbo a Cúcuta.
Imágenes divulgadas por la presidencia muestran varios impactos de bala en la cola y la hélice principal. Ninguno de los ocupantes sufrió heridas.
El ataque fue condenado por la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.
«El secretario general» de las Naciones Unidas «se siente aliviado por el hecho de que la aeronave aterrizó sin problemas y no hubo heridos ni víctimas mortales», indicó su vocero Stéphane Dujarric en un comunicado.
– Narcotráfico –
El mandatario colombiano asistió durante la tarde a un evento en la región del Catatumbo, una de las zonas con más narcocultivos del país, principal exportador de cocaína del mundo.
Disidentes de las FARC, militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos armados se disputan las rentas del narcotráfico en esta zona, aprovechando la porosa frontera de 2.200 kilómetros entre Colombia y Venezuela.
La región se encuentra bajo fuego. Hace 11 días, un carro bomba estalló dentro de una instalación militar de Cúcuta, dejando 36 heridos.
En la base se encontraban soldados estadounidenses que asesoran en la lucha contra el narcotráfico.
El gobierno responsabilizó del ataque al ELN, última guerrilla reconocida en el país, pero señaló que también pueden estar involucradas disidencias que se marginaron del pacto de paz firmado en 2016 con las FARC.
Duque ha acusado en reiteradas ocasiones al presidente Nicolás Maduro de refugiar en territorio venezolano a disidentes y tropas del ELN, una guerrilla que el jueves anunció un relevo en su comandancia.
Las tensiones son habituales entre Bogotá y Caracas, que rompieron relaciones poco después de la llegada de Duque al poder en agosto de 2018.
Desde que Duque asumió el poder, el país enfrenta el peor rebrote de violencia desde la firma de la paz con las FARC.
El mandatario responsabiliza a los grupos que se financian del narcotráfico por la oleada de masacres que golpea a las regiones apartadas donde se cultiva la hoja de coca.