El gobierno de Iván Duque rechazó y tildó de «infundada» la denuncia de Venezuela sobre la incursión de mercenarios procedentes de Colombia que pretendían supuestamente atacar a líderes del chavismo.
En un comunicado, la cancillería desestimó las afirmaciones del que llamó «régimen dictatorial de Nicolás Maduro» que buscan involucrar a Colombia en «supuestos hechos de desestabilización».
«Se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa», subrayó el ministerio de Relaciones Exteriores.
Este domingo el ministro venezolano de Interior, Néstor Reverol, aseguró que las fuerzas del gobierno frustraron una «invasión marítima» de «mercenarios terroristas procedentes de Colombia».
La operación, que según el chavismo dejó ocho muertos y dos detenidos, se llevó a cabo en las costas del estado La Guaira, concretamente en la zona de Macuto, próxima a Caracas.
En la acción fue incautada una lancha rápida, seis camionetas, diez fusiles y dos «ametralladoras (…) robadas del Palacio Federal Legislativo en abril de 2019», detalló Reverol.
Sin embargo, el gobierno de Duque restó credibilidad a los «hechos de desestabilización» denunciados por Caracas, y agregó que se tratan de «intentos por desviar la atención respecto de los verdaderos problemas que vive el pueblo de Venezuela, mediante la acostumbrada estrategia de ese régimen ilegítimo de buscar debates y distractores externos».
Desde su llegada al poder en agosto de 2018, el mandatario colombiano alienta una «transición democrática» en Venezuela, con el argumento de que el gobierno de Maduro se mantiene en el poder de manera fraudulenta e ilegítima.
Colombia, que comparte una extensa y porosa frontera de unos 2.200 kilómetros con su vecino, secunda así la campaña de Estados Unidos para forzar la salida de Maduro, que cuenta con el respaldo de la fuerza armada bolivariana y de países como Rusia y China.