El Comité Judicial del Senado de Estados Unidos dio este jueves 22 de octubre un primer paso hacia la nominación de la jueza conservadora Amy Coney Barret, propuesta por el presidente Donald Trump para la Corte Suprema.
La votación unánime, con todos los demócratas ausentes, deja abierto el camino para que el plenario del Senado apruebe definitivamente el lunes a Barret, cuyo ingreso a la Corte le dará un notorio giro a la derecha.
Los demócratas calificaron el miércoles de «farsa» al apurado proceso de confirmación de la jueza. Sostuvieron que se rompieron viejas promesas de los republicanos de no votar nominaciones a la Suprema Corte tan cerca de una elección presidencial.
«No daremos legitimidad participando en el proceso de esta nominación en el comité a solo 12 días de la culminación de una elección que ya está en marcha», dijeron los demócratas en un comunicado.
Pero el presidente del comité, el senador republicano Lindsey Graham, ignoró ese pronunciamiento y aprovechó la ausencia para proceder a votar la nominación cuatro horas antes de lo previsto.
«Ellos eligieron eso», dijo antes de la votación. «Yo elijo sacar adelante a la nominada. No vamos a permitir que se apropien del comité».
Tras el visto bueno del comité, la nominación pasará al pleno del Senado que planea debatirla y votarla el lunes.
Con los republicanos de Trump en poder de 53 de los 100 escaños, la aprobación es casi una certeza. No obstante, dos republicanos han dicho que no están de acuerdo con votar tan cerca de una elección en la que las encuestas dicen que el presidente puede perder.
La aprobación le dará a Trump una victoria clave y debería seducir a su base conservadora, buena parte de la cual desea que la Corte tenga una firme mayoría conservadora para pronunciarse sobre casos controversiales como el aborto.
– «Sin agenda» –
Trump ha dicho que quiere un juez que termine con el derecho al aborto y ayude a derribar la ley conocida como Obamacare, que extendió la atención médica a millones de estadounidenses.
El caso Obamacare deberá ser discutido por la Corte una semana después de las elecciones.
Si es confirmada, la Corte de nueve miembros tendrá seis jueces considerados conservadores y tres liberales.
Católica devota, profesora de derecho en la Universidad de Notre Dame e integrante de una corte de apelaciones en los últimos tres años, Barret, de 48 años, se ubica en la escuela de derecho llamada «originalista» que interpreta la Constitución tal y como fue redactada.
En dos de días de interrogatorios en el comité del Senado, evitó obstinadamente mostrar su visión de la ley. Decía que no abordaría asuntos teóricos pero juzgaría cada caso en función de cómo sea presentado.
«Ocupará su puesto sin una agenda», dijo Graham el jueves.
Sin embargo, en las audiencias Barret evitó decir si se inhibirá en caso de que, pocos días después de sumarse a la Corte, se presente algún recurso contra el resultado de las elecciones.
Trump ha afirmado que quiere que esté en la Corte si, tal como ocurrió en las elecciones de 2000, los resultados de la de este año generan una batalla legal.
«Espero que todos los miembros del comité tengan confianza en mi integridad en vez de pensar que me permitiría ser usada como peón para decidir la elección», dijo Barret.