La Unesco incorporó siete nuevos sitios culturales en su lista del Patrimonio Mundial, entre ellos el monumental complejo de templos de Bagan, en Birmania.
El sitio sacro de Bagan posee numerosos templos, monasterios y lugares de peregrinación, así como vestigios arqueológicos, frescos y esculturas, según describe en un comunicado la Unesco, cuyo Comité de Patrimonio Mundial está reunido en Bakú hasta el 10 de julio.
El lugar constituye un testimonio espectacular de la civilización que floreció entre los siglos XI y XIII en la región, cuando la antigua ciudad de Bagan era capital de un importante imperio búdico.
Además, quedaron inscritas las Academias neoconfucianas coreanas, que incluyen nueve «seowon» o academias neoconfucianas situadas en el centro y sur del país, y que datan de la era de la dinastía Joseon (siglos XV-XIX), agrega la Unesco, organismo de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura.
Los petroglifos y pictogramas del pueblo siksikáítsitapi (Canadá) –- situado al norte de la región árida de las Grandes Llanuras de América del Norte, en los límites de la frontera con los Estados Unidos– fueron igualmente inscritos.
El pueblo amerindio siksikáítsitapi (“Pies negros”) ha grabado y pintado en las rocas del valle imágenes que muestran sus creencias espirituales. Los primeros de estos vestigios arqueológicos se remontan al año 1.800 A.C., según el organismo de Naciones Unidas.
La Unesco designó asimismo a la región minera de Erzgebirge/Krušnohoří (entre Alemania y la República checa), una cadena montañosa transfronteriza que posee una gran variedad de metales que se empezaron a extraer desde la Edad Media.
También fue inscrito el paisaje de crianza y doma de caballos de tiro ceremoniales en Kladruby nad Labem (República checa), una zona boscosa y conjunto de edificios concebido para la crianza y doma de los kladruber, caballos de tiro utilizados en las ceremonias de la corte imperial de los Habsburgo, explica la Unesco.
El sistema de gestión del agua de Augsburgo (Alemania), y la región minera prehistórica del sílex rayado de Krzemionki (Polonia), entraron también a formar parte del Patrimonio Mundial, según la decisión del Comité.