Conozca por qué aumenta la vulnerabilidad del servicio eléctrico
No hay buen pronóstico para la electricidad hasta finales de año, en Venezuela. El país corre el riesgo de afrontar en ese tiempo una hidrología desfavorable, que puede comprometer la poca luz que le queda. Con un escenario particular de indisponibilidad de generación hidroeléctrica de más de 40 % y termoeléctrica cercana al 90 %, los venezolanos tendrán que rogar que llueva, en medio de la pandemia.
“Lo que se observa es que hay indicios de que Venezuela estará terminando 2020 con una hidrología desfavorable en el Caroní”, advierte el ingeniero José Aguilar, consultor internacional en el tema eléctrico.
Y lo avala un estudio del Departamento de Hidrometeorología de la UCV. En su edición del 8 al 15 de septiembre, determinó que las precipitaciones y anomalías positivas se redujeron en apenas 15 días. Esto permite prever mínimos históricos del afluente más importante —después del río Orinoco— para alimentar el Complejo Hidroeléctrico Simón Bolívar, el más grande y sólido del país.
Lo prolongada e intensa de esta situación desfavorable es un «tema probabilístico» que solo conoce Corpoelec, dice Aguilar. Pero, a pesar de que hubo un fenómeno similar en 2016, este ocurre en el peor momento, indica un reportaje de Crónica Uno.
El país, como nunca antes, depende en 80 % de la principal fuente de hidroelectricidad que podría contar con menos agua para generar al cierre del año, pero no con suficiente respaldo termoeléctrico. Así, Caracas y estados centrales del país son ahora más vulnerables a quedarse sin luz en algún momento.
Desde el apagón nacional de marzo de 2019, Caracas no se vio tan perjudicada por ser el centro de poder. Sin embargo, ahora sí está afectada, indica el especialista en el tema eléctrico. Y es que tiene en funcionamiento solo entre tres y cuatro unidades, del total de 33.
«La Gran Caracas que tiene más de 4000 MW térmicos instalados, no puede reunir ni 400 de sus propias plantas para hacer frente a la demanda cercana a los 2000 MW, por momentos».
Ante eso, ninguna de las 13 unidades más nuevas que garantizaban 576 MW para la Gran Caracas está en funcionamiento. “Las cuatro de Picure, cinco de La Raiza y cuatro de Guarenas, compradas a la empresa Derwick, están en cero MW”.
Al cuadro deficitario de esta región central se añaden problemas en su sistema de distribución, que es subterráneo, y que Aguilar atribuye al descuido, a las malas prácticas y a la falta de mantenimiento.
– Aumentan las fallas: ¿Administración de carga? –
Este 12 de octubre, se reportaron sin servicio eléctrico comunidades del Distrito Capital, como Las Acacias, Las Palmas y La Florida, donde la intermitencia del suministro se está haciendo persistente.
Igualmente, Guarenas, Guatire, Caucagua, en el oriente del estado Miranda reportaron apagones de varias horas en la mañana e inicio de la tarde. En el Municipio Baruta también hubo cortes en Alto Prado Concresa, El Cafetal y Los Naranjos.
En al menos 18 estados del país hay apagones recurrentes. En Zulia opera un esquema de «administración de carga». Fuentes de Corpoelec, consultadas por Banca y Negocios, negaron que esté planteado un esquema de racionamiento o «administración de carga» para el Área Metropolitana de Caracas o zonas aledañas.
Las fuentes insisten en que se han «registrado averías» que han afectado a algunos y se han resuelto.
El gobierno ha insistido en la teoría del sabotaje para justificar la situación actual del sector eléctrico y, además, el otro comodín -las sanciones de Estados Unidos- sirve para justificar que no se hagan inversiones indispensables para asegurar un suministro eléctrico que siquiera reduzca la vulnerabilidad en áreas críticas.
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