España registró este domingo 22 de marzo 394 fallecidos en 24 horas por el coronavirus que pone en aprietos al sistema sanitario, con casi 3.500 trabajadores infectados y una movilización extraordinaria de recursos para poder atender a los miles de pacientes.
En la capital española, el Ejército empezó a trasladar por la noche a los primeros 200 pacientes de un hospital de campaña habilitado en el enorme pabellón de congresos IFEMA, donde se habían instalado filas de decenas de camas con sábanas blancas.
Según el gobierno regional, ya se instalaron 1.300 camas de las 5.500 que tendrá, 500 de ellas para cuidados intensivos. Se trata de la mayor estructura de este tipo creada en Europa para hacer frente al coronavirus.
Cuando comienza la segunda semana de confinamiento casi total para 46 millones de españoles, la epidemia no da tregua: 394 personas fallecieron en las últimas 24 horas, lo que supuso un aumento de casi el 30% y elevó el balance global a 1.720 víctimas.
El número de contagios detectados creció en 3.646 personas para superar los 28.500 infectados de los que más de la mitad requirieron hospitalización y 1.785 se encontraban este domingo en unidades de cuidados intensivos.
A lo largo de la tarde está prevista una comparecencia del jefe del gobierno Pedro Sánchez en la que, según la prensa nacional, podría anunciar una prórroga de dos semanas más del estado de alarma previa autorización del Congreso.
«Desgraciadamente, lo peor está por llegar», avisó con gravedad en una comparecencia televisada en la víspera.
«Estamos en un momento muy crítico y van a llegar días muy duros, para los cuales nos tenemos que preparar desde el punto de vista psicológico y emocional», añadió Sánchez.
En su parte diario este domingo, el director de emergencias sanitarias advirtió que esta semana es «el momento clave», confiando en que «si hay suerte, conseguiremos doblar la curva» de contagios.
– 3.475 sanitarios infectados –
La expansión del virus amenaza con colapsar el sistema sanitario en los próximos días, especialmente en regiones como Madrid o Barcelona, que acumulan la mitad de los casos.
«Va a haber un estrés y un problema en algunos puntos concretos. La presión sobre el sistema va a ser muy alta», dijo Fernando Simón.
«Este colapso del que se habla probablemente se pueda producir en algunos puntos pero no será generalizado», reconoció.
Desde hace días, los sanitarios denuncian la falta de capacidad para absorber el volumen de enfermos graves y la escasez de material de protección para los médicos y enfermeros.
Según anunció Simón, más del 10% de los infectados registrados en el país corresponden a personal médico, 3.475 sobre más de 28.500, lo que «es un problema importante para el sistema sanitario».
El ministerio de Sanidad incorporó más de 50.000 profesionales entre estudiantes, médicos residentes y personal jubilado y impulsó la compra masiva de mascarillas y otro material protector.
El gobierno anunció el sábado la distribución de medio millón de mascarillas adicionales para sanitarios y unas 800.000 para pacientes y la futura compra de otros ocho millones para profesionales del sector.
También informó de la compra de más de 640.000 tests, que permitirán extender las pruebas a un sector más amplio de la población y ofrecer una imagen más afinada de la evolución de la epidemia.
Al mismo tiempo, algunas regiones como Madrid, Cataluña o Andalucía buscan descongestionar sus hospitales adaptando sus hoteles, ahora vacíos de turistas, para acoger a pacientes leves de coronavirus.
Entre las escasas noticias positivas, el ministerio de Sanidad anunció la recuperación de 450 pacientes en las últimas horas y ya son 2.575 el total de curados en el país, el segundo más castigado de Europa por esta epidemia después de Italia.