#COVID19 Estiman que al ritmo actual Venezuela necesitaría 23 años para vacunar a su población
La Fundación Avina, una organización que promueve el desarrollo sostenible y la defensa de las democracias en América Latina, ha puesto en marcha un contador que sigue el proceso de inmunización global, cuyos datos permiten estimar que mientras en países como Chile solo faltarían 10 semanas para acabar de vacunar a toda su población, en otros, como Venezuela, están a más de 1.200.
Gabriel Baracatt, director ejecutivo de Avina, explica: “Nuestra región tiene el 8% de la población mundial y el 30% de los fallecidos por covid-19. No puede imperar una lógica de mercado puro, de oferta y demanda, porque hay poblaciones enteras que no van a poder acceder a la vacuna. No entendemos cómo un problema global no tiene una solución global y estemos condenados a depender absolutamente de la decisión de 7 o 10 laboratorios farmacéuticos con un mercado cautivo de 7.000 millones de habitantes”, dice desde Bolivia, a través de una videoconferencia, con El País de España
Avina ha querido reforzar su mensaje y mostrar su preocupación desarrollando un portal de datos que monitorea el proceso global de vacunación, desde el porcentaje de personas que han recibido inyecciones en cada país al ritmo con el que se lleva a cabo la campaña, y calcula la cantidad de semanas que necesitaría cada Estado para inmunizar a la totalidad de su población.
“A la población de un país le dicen que han llegado 200.000 vacunas y su presidente las recibe en el aeropuerto con todos los honores, pero miras la escala y no son nada en términos de la necesidad real, porque basta con mirar el contador de datos para darse cuenta de que a lo mejor a ese país todavía le faltarían 150 semanas para lograr la vacunación completa”, critica.
Con corte a mediados de abril, teniendo en cuenta que un año son 52 semanas, la tabla indica que a Chile solo le faltarían 10 semanas para acabar de vacunar a toda su población. Le siguen Uruguay, con 11 semanas; República Dominicana, con 36; Brasil, 38; Argentina, 50; México, 53; Costa Rica, 72; y Surinam, 77. A Colombia y Panamá les faltan 85 semanas a cada uno. La población vacunada en este grupo de países estaría actualmente entre el 5% y el 10%.
La situación del resto de naciones de la región es más dramática porque todos necesitarían más de un centenar de semanas para vacunar completamente a su población, empezando por El Salvador, con 124; Bolivia, con 156; o Ecuador, con 193. Los peores parados serían Honduras, con 569 semanas; Guatemala, con 815; Paraguay, con 869 y Venezuela, con 1.219 semanas.
Es decir, de seguir el ritmo actual de vacunación y de distribución de vacunas, este país tardaría 23 años en inmunizar a su población. Ninguno ha podido vacunar ni siquiera al 1% de sus ciudadanos. Su situación es comparable a la que sufren países como Kenia o Pakistán.
Este es el panorama para América Latina reflejado en este contador, que combina los datos que registran diariamente la página Our World in Data, de la Universidad de Oxford, y la Universidad Johns Hopkins.
– Acaparamiento e ineficiencia –
Las cifras muestran cómo países como las Seychelles, Estados Unidos, Reino Unido o Israel tendrán a la totalidad de su población vacunada en tres o cuatro meses mientras que en los últimos de la fila aparecen países como Vietnam o Siria, que tardarían 288 y 673 años respectivamente al ritmo actual.
En este contexto de capacidad limitada de fabricación y distribución de vacunas, y vistos los datos en su conjunto, la Fundación Avina denuncia también el acaparamiento por parte de los países más ricos.
Juan Cristóbal Birbuet, desarrollador de la herramienta junto a Rafael López y que trabaja en Avina como responsable de monitoreo y evaluación, detalla: “Hay compras confirmadas de 8.600 millones de dosis, de las cuales los países de altos ingresos han comprado el 53% (4.600 millones), pero solo tienen el 15% de la población mundial. Así que el 85% de la población del planeta ha adquirido solo el 47% de los fármacos. Tenemos 12 países que han comprado vacunas que superan en mucho a la totalidad de su población. Esto conduce a profundas desigualdades. No se trata solo de un tema ético, sino de eficacia para lograr la inmunidad de rebaño a escala global”, señala a través de WhatsApp.
Al cocreador del contador, sin embargo, le llama poderosamente la atención de los datos el contraste entre el acaparamiento de fármacos y el lento ritmo al que avanzan muchos de esos países. Pone de ejemplo a Canadá, que dice que ha cerrado acuerdos de compra de dosis suficientes para más del 400% de su población, pero en abril solo había vacunado al 16%. Tardaría 54 semanas en concluir la inmunización.
Casos similares suceden con Australia, Nueva Zelanda o la Unión Europea. Y sorprende también la situación de Perú, que sin ser un país rico consiguió asegurarse la compra de dosis para algo más del total de su población, pero con su lentitud vacunando tardaría 465 semanas en hacerlo.
Con información de El País.
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