El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo su primera incursión importante fuera de la Casa Blanca desde el inicio de la pandemia de coronavirus, para presionar por la reapertura de la economía, al tiempo que Reino Unido se convirtió en el segundo país más afectado.
El número de muertos en EEUU ya es de más de 71.000, según la Universidad Johns Hopkins, el balance más elevado del mundo, y el país podría alcanzar las 100.000 víctimas fatales a principios de junio de acuerdo con diversos modelos epidemiológicos.
Después de varios días en que el número diario de muertos parecía desacelerarse, este ritmo cotidiano volvió a retomar fuerza y registró 2.333 nuevos decesos en apenas 24 horas.
Reino Unido también continúa registrando un elevado número diario de decesos (693 el martes) y ahora es el país más afectado de Europa, por delante de Italia, el primer epicentro europeo de la epidemia.
Según el recuento de AFP, las autoridades británicas han identificado 29.427 muertes, una cifra que supera los 30.000 si se añaden las víctimas fatales para las cuales la COVID-19 es la causa probable pero no confirmada por una prueba.
Ante la magnitud de una epidemia que lo ha afectado personalmente, el primer ministro británico, Boris Johnson, debería extender el confinamiento y luego revelar su estrategia el domingo para salir de él gradualmente.
De acuerdo con el conteo de AFP, América Latina y el Caribe ya superaron el miércoles las 15.000 muertes. Brasil, el gigante sudamericano, ya registra 7.921 víctimas fatales y 114.715 pacientes contaminados.
– Trump aumenta presión –
Por su parte otros países de Europa fuertemente afectados, como Italia, España y Francia, han reportado una nivelación de las cifras, ofreciendo la esperanza de que la vida pueda comenzar lentamente a volver a la normalidad.
En medio de un creciente coro de alertas sobre la posibilidad de una recesión mundial que no se había visto en décadas, varios gobiernos han acelerado el ritmo de flexibilización de las medidas de confinamiento en un intento por revivir las maltratadas economías.
La pandemia de COVID-19 ya ha matado a 255.000 personas desde su inicio en diciembre, y mantiene confinada en sus viviendas a más de la mitad de la humanidad, sumiendo a la economía en un período sin precedentes.
En firme campaña para poner fin al confinamiento que maniata la economía, Trump viajó a Arizona y visitó una fábrica de mascarillas pero evitó ponerse una sobre la boca y nariz.
«Debemos abrir nuestro país», dijo el millonario en la fábrica Honeywell de máscaras respiratorias en Phoenix, Arizona. «No podemos mantener nuestra economía cerrada por los próximos cinco años».
En tanto, en América Latina, Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro alienta la apertura y desacredita las medidas de prevención, es de lejos el más afectado y suma 107.780 casos y 7.321 muertes. Preocupado, Uruguay aumentará el control sanitario en la frontera común.
En tanto, las proyecciones sombrías en Estados Unidos llegan en medio de esperanzas de que el pico de la pandemia haya sido superado en la mayor parte de Europa tras dos meses de confinamiento, y cuando varios países -alentados por la desaceleración de los contagios- ablandan el confinamiento.
En Alemania, el estado de Bavaria anunció la reapertura de restaurantes desde mediados de mayo, incrementando la presión sobre la canciller Angela Merkel para aliviar las medidas de encierro que han sumido a la economía en recesión.
Con muchas precauciones, una quincena de estados flexibilizaron el lunes las medidas de confinamiento. Lugares de culto y museos abrieron y se vieron colas en peluquerías.
En Italia, que sufrió duramente el golpe de la COVID-19, los parques volvieron a abrir.
España, otro de los países más golpeados con más de 25.400 fallecidos, empezó un desconfinamiento por fases, mientras el desempleo afecta a 3,83 millones de personas, un 8% más que en marzo.
Francia, en tanto, se prepara para levantar su cierre la próxima semana, por lo que el alcalde de París ha anunciado que algunas calles se reservarán para bicicletas a fin de limitar aglomeraciones en el transporte público.
Incluso el estado de California -la quinta mayor economía del mundo- adoptará a partir del fin de semana una flexibilización de las medidas de confinamiento.
En contrapartida, Rusia se convirtió en el nuevo foco de contagios, con el mayor número de nuevas infecciones y más de 155.000 casos.
– OPS pide «cautela» a América Latina –
Entre los países latinoamericanos, México contó 2.271 muertos hasta el momento, según el balance de AFP, al tiempo que Ecuador suma 1.569 víctimas fatales.
El gobierno mexicano divulgó el martes una proyección que indica la posibilidad de alcanzar el pico de la pandemia posiblemente el viernes de esta semana, 8 de mayo.
En tanto, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció que el país extenderá hasta el 15 de junio el estado de excepción, que le permite mantener medidas para el confinamiento de la población.
Colombia, por su parte, extendió la aplicación de medidas de confinamiento hasta el 25 de mayo.
La región también vislumbra un cuidadoso desconfinamiento, pero las dudas persisten sobre el inicio del invierno en varios de los países, con pronósticos aterradores de pobreza.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) urgió el martes a los países de las Américas a «ser cautelosos» con el desescalamiento de las restricciones, advirtiendo que la trasmisión de la COVID-19 «es aún muy alta» en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México.
Además, América Latina lidia con frecuentes motines por medio al virus en sus hacinadas prisiones, con más de 80 muertos, que han llevado a gobiernos a liberar presos. El fin de semana, en Venezuela, un motín dejó al menos 47 muertos y 75 heridos, según una ONG.