El presidente Donald Trump reconoce «sin recato» que su política hacia Cuba «responde a un interés electoral», dijo el canciller Bruno Rodríguez, al comentar entrevista del mandatario con «Noticias Telemundo».
El «presidente Trump reconoce -sin recato- que recrudecimiento del bloqueo y escalada agresiva contra Cuba responde a un interés electoral», dijo Rodríguez en su cuenta Twitter.
Eso «evidencia la política inmoral y sucia que hoy prevalece en ese país y lo corrupto y torcido de su sistema electoral», añadió.
Trump aseguró el jueves a la cadena televisiva hispana un mayor apoyo de los latinos para su reelección en 2020 gracias a su dureza hacia Cuba y Venezuela.
«Nadie ha sido como yo en Cuba. Y vamos a conseguir que Cuba funcione correctamente. No de la forma en que lo hizo (Barack) Obama, que fue un desastre que yo revoqué», afirmó Trump en alusión al deshielo iniciado por su antecesor.
El mandatario dijo que Cuba mantiene 25.000 efectivos militares en Venezuela, lo que resulta el sostén del gobierno de Nicolás Maduro.
Rodríguez dijo que esa información era «una calumnia» y que «Trump está mal informado por (John) Bolton» su asesor de Seguridad Nacional.
Esa «es la excusa de moda de EEUU para justificar política de hostilidad vs. Cuba ante fracaso de ‘cambio de régimen’ en Venezuela», señaló el canciller.
Las declaraciones de Trump coincidieron con la inclusión de Cuba por primera vez en la lista negra del Departamento de Estado sobre trata de personas, que La Habana rechazó «por calumniosa, en los términos más absolutos», según una declaración de la cancillería publicada este sábado.
«Se conoce que este informe unilateral, sin legitimidad ni reconocimiento internacional alguno, que cada año publica el Departamento de Estado, cumple un objetivo netamente político y manipulador, como arma de presión contra otros Estados y sin respeto, consideración o apego en lo absoluto a los esfuerzos internacionales por combatir la trata de personas», añadió.
Informó que entre mayo de 2017 e igual mes de 2018, los tribunales cubanos juzgaron 21 casos por delitos de «Corrupción de Menores», «Venta y Tráfico de Menores» y «Proxenetismo y Trata de Personas», con rasgos típicos de trata de personas.