#Debate Por qué Venezuela sí es más que relevante como productor petrolero para EEUU

A diferencia de Venezuela, el petróleo en Estados Unidos es propiedad de los privados; es decir de empresas o dueños de los terrenos donde hay yacimientos petroleros.

Los operadores están sujetos a múltiples impuestos que hacen costosas las extracciones, así como la perforación de nuevos yacimientos.

Las reservas estadounidenses están en pozos maduros con años de extracción. Por eso, la aplicación del sistema de fracking ha resultado ser la mejor fórmula de incremento de producción en Estados Unidos.

Pero, ese procedimiento tiene tiempos de declive del 60%; es decir, por cada 10 barriles de incremento de la producción se reducen seis de potencial.

Es por ello que, durante mas 100 años, las empresas petroleras privadas estadounidenses han buscado yacimientos fuera de su territorio nacional, generando hasta guerras energéticas mundiales. Hoy el fenómeno Rusia -Ucrania es un ejemplo de ello.

El mercado ha marcado pautas y los intereses de Estados Unidos como país y los de las empresas petroleras han sido siempre los mismos, pero hay momentos cuando la dinámica del mercado ha forzado el distanciamiento de estos intereses, en medio de conflicto internacionales.

Los conflictos bélicos internacionales en marcha junto con el crecimiento del mercado interno de hidrocarburos en Estados Unidos así lo demuestran.

De manera que calificar como insignificante a Venezuela por estar produciendo menos de 1.000.000 de barriles por día (bpd) revela una escasa visión sobre el potencial desarrollo del país.

Los árabes en 1958 producían 121.000 barriles diarios y, a la fecha, las naciones del Golfo Pérsico superan los 20 millones de barriles por día.

Si alguien, en ese entonces, hubiese valorado el mercado del Golfo Pérsico a lo mejor hubiese afirmado que esta cuenca petrolífera era insignificante para el mercado mundial; sin embargo, más de 60 años después la historia es otra.

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No podemos valorar a Venezuela por lo que produce hoy en día, sino por la proyección del volumen de barriles que puede alcanzar dentro de 10 años. Es ahí donde radica la necesidad  de que el país alcance una extracción no menor a 4.250.000 barriles diarios, que es perfectamente posible de acuerdo con su potencial.

Este es un elemento determinante para la estabilidad del mercado mundial, sobre todo del estadounidense.

Definiremos brevemente algunos aspectos a considerar:

• La ley de reserva norteamericana obliga a Estados Unidos, después del embargo petrolero de 1973, a mantener una reserva sobre los 350 millones de barriles. En consecuencia, el crecimiento del consumo interno, aunado a la baja de producción de EEUU hace que las grandes transnacionales busquen crudos en otras latitudes.
• La necesidad de más petróleo llevó a la ExxonMobil a explotar yacimientos en Guyana como plan estratégico alternativo frente a la disputa con Venezuela.
• La toma de CITGO como centro de distribución de gasolina para EEUU fue el paso inicial que darían con el fin de lograr controlar las reservas venezolana y así garantizar el consumo estadounidense.
• La guerra entre Rusia y Ucrania alteró el equilibrio estratégico mundial, una alteración que se ve agravada por conflicto Israel-Hamás.
• El aumento de consumo interno de EEUU provoca que el déficit de producción interna afecte las reservas estratégicas.
• La OPEP se pronunció al reconocer la necesidad de incrementar la producción de los países asociados en virtud del declive del bombeo en EEUU y Canadá.

Así que considerar que Venezuela no es fundamental, evidentemente es una expresión destemplada por el desconocimiento básico de la necesidad del mercado internacional. Venezuela tiene un espacio amplio y relevante en una estrategia de sostenibilidad energética a futuro.

Algunos venezolanos parecen apostar a la caída total de Venezuela y hay otros que creemos, con base en datos y conocimiento del mercado, en la posibilidad cierta de que nuestro país se convierta en una de las mayores potencias energéticas a escala mundial.

Falta que todos los factores se pongan de acuerdo y empezamos a construir nuestra estrategia con visión de mediano y largo plazos.

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