Decálogo para saber gestionar la volatilidad de los mercados
Si algo ha traído el Brexit consigo ha sido una elevada volatilidad. De hecho, el índice VIX que miden el ‘miedo’ en el mercado estadounidense, ha llegado a subir un 49% y a caer otro 39% en apenas unos días. Estos periodos bursátiles suelen desatar el pánico y muchos inversores no saben cuáles son las decisiones más acertadas. Por ello, desde la empresa estadounidense especializada en gestión de activos y fondos de pensiones Fidelity, han elaborado un decálogo para saber manejar los periodos de alta volatilidad.
1. La volatilidad es normal
La volatilidad es un elemento más en el mundo de la inversión. Cada cierto tiempo se producen periodos de variaciones bruscas como consecuencia de las reacciones que tienen los inversores ante los cambios en las coyunturas económicas, políticas y empresariales. Por ello, estar preparado desde un principio para asumir que pueden producirse épocas de volatilidad, sobre todo si se trata de una inversión a largo plazo, disminuye las posibilidades de que nos tome por sorpresa y, por ende, actuaremos con más racionalidad.
2. Riesgo no es lo mismo que volatilidad
Desde la gestora, recuerdan que cuanto mayor es el riesgo asumido, mayor es la recompensa en forma de mayores rentabilidades medias a largo plazo. Pero riesgo no es sinónimo de volatilidad. «Las cotizaciones de los activos fluctúan más que su valor intrínseco cuando los mercados reaccionan excesiva o insuficientemente, por lo que los inversores pueden esperar que la volatilidad de los precios genere oportunidades. A largo plazo, los precios de las acciones se mueven al son que marcan los beneficios empresariales y generalmente la bolsa ha superado a otros tipos de inversiones en términos reales, es decir, después de la inflación».
3. Las correcciones pueden generar oportunidades
Las correcciones bursátiles pueden ser un buen momento para invertir, ya que las valoraciones suelen volverse más atractivas. Encontrar esas oportunidades dará al inversor la facilidad de generar rentabilidades mayores a la media cuando el mercado vuelva a repuntar.
4. Hay que evitar entrar y salir del mercado
En periodos de volatilidad la mejor estrategia es no entrar y salir del mercado. Aquellos inversores que mantienen sus inversiones se suelen beneficiar de una tendencia alcista a largo plazo. «Cuando los inversores intentan acertar con los tiempos del mercado y entran y salen de sus inversiones, corren el riesgo de erosionar las rentabilidades futuras, ya que se pueden perder los días de mayor recuperación del mercado y las oportunidades de compra más atractivas que generalmente aparecen en fases de volatilidad», explican desde Fidelity.
5. Conviene invertir regularmente y acumular los beneficios
Un factor importante, independientemente del horizonte temporal fijado, es la inversión regular. Si bien esta estrategia no es garantía de un beneficio ni exime de las pérdidas, consigue que el inversor no actúe en un momento único «lo que reduce el costo medio de las suscripciones en sus fondos», indican desde la gestora.
De hecho, aunque parece ilógico lograr un ahorro periódico en un mercado a la baja, es precisamente en esos momentos cuando pueden conseguirse algunas de las mejores rentabilidades, ya que la caída del precio de los activos les beneficia de cara a un alza del mercado.
6. Es importante la diversificación
Quién no ha escuchado alguna vez que no hay que poner todos los huevos en la misma canasta. Pues lo mismo ocurre con la inversión. Diversificando la cartera, el inversor también consigue repartir el riesgo y, por tanto, se reduce la posibilidad de concentrar las pérdidas. Desde Fidelity aseguran que «combinar en una cartera activos de ‘riesgo’ (acciones, inmuebles y bonos corporativos) con activos defensivos (deuda pública, bonos corporativos de alta calidad crediticia y activos monetarios) puede ayudar a conseguir rentabilidades más homogéneas a lo largo del tiempo».
7. Fíjese en los dividendos
Aquellos dividendos que proceden de empresas de alta calidad y que generan caja pueden ser muy atractivos, ya que a pesar de la volatilidad, las políticas de retribución suelen ser estables. Normalmente, los valores de alta calidad que pagan dividendo suelen estar diversificados y, por tanto, compensan los malos resultados de unos sectores con otros.
8. Reinvertir los dividendos
«La reinversión de dividendos puede dar un impulso considerable a las rentabilidades totales a lo largo del tiempo, gracias al poder de la capitalización de intereses», explican desde la gestora. En este sentido, seleccionar compañías que repartan dividendos y cuya política de retribución sea periódica, suele dar mayor estabilidad a las cotizaciones. Además, los valores que remuneran al accionista pueden compensar «los efectos erosivos de la inflación».
9. No hay que dejarse influenciar por el mercado
O lo que es lo mismo, no dejarse llevar por las modas. En este sentido, que la euforia o pesimismo del mercado no arrastre al inversor es un factor clave. «A medida que los riesgos específicos de los diferentes países y sectores se hacen más aparentes, los inversores han de adoptar un enfoque más selectivo».
10. Hay que considerar la gestión activa
«Cuando aumenta la volatilidad, la flexibilidad de la inversión activa puede ser especialmente beneficiosa comparada con las rígidas asignaciones de activos de las inversiones pasivas», indican desde Fidelity. Y es que como la volatilidad puede generar oportunidades, los expertos tienen la posibilidad de aprovecharlas, especialmente en periodos de perturbaciones del mercado.
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