La Unión Europea (UE) anunció que desplegará una Misión de Observación Electoral para acompañar los comicios regionales previstos el 21 de noviembre en Venezuela, después de una década y media de ausencia.
En una nota oficial, la cancillería de la UE informó que el envío de la misión es en «respuesta a una invitación del Consejo Nacional Electoral» venezolano.
Para encabezar la misión el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, eligió a la eurodiputada socialdemócrata portuguesa Isabel Santos.
En la nota oficial, Borrell destacó que la UE «no ha estado presente en Venezuela con una Misión de Observación Electoral (…) durante los últimos 15 años».
«Se llevará a cabo un proceso electoral sin precedentes, con la concurrencia de la mayoría de las fuerzas políticas por primera vez en los últimos años, para elegir a más de 3.000 representantes regionales y municipales en Venezuela», destacó Borrell en la nota oficial.
El equipo de la UE «llevará a cabo una evaluación técnica independiente de todos los aspectos del proceso electoral y propondrá recomendaciones para mejorar las elecciones futuras».
Borrell añadió que esa gestión puede ser una contribución importante «para apoyar una solución pacífica y entre venezolanos a la crisis y un camino hacia elecciones creíbles, inclusivas y transparentes».
Por su parte, Santos apuntó que «después de años de tensiones y polarización, las próximas elecciones son un posible paso importante para encontrar una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela».
El equipo central de 11 expertos de la UE llegará a Caracas en octubre.
A fines de octubre, el equipo se reforzará con otros 62 observadores que estarán desplegados por varias regiones electorales, y finalmente 20 observadores contratados localmente se sumarán a la misión el día de las elecciones, indicó la oficina de Borrell.
En el segundo semestre del año pasado la UE discutió la posibilidad de desplegar una misión de observación de las elecciones que se realizaron en diciembre para renovar el poder legislativo.
En esa oportunidad, Borrell envió un equipo negociador a Caracas para convencer a las autoridades venezolanas a postergar las elecciones por un plazo de «cinco o seis meses», a fin de preparar debidamente el despliegue de una misión de observación electoral completa.
Los esfuerzos no prosperaron y las elecciones se realizaron sin participación de la misión europea. Posteriormente, la UE lamentó la instalación del nuevo Parlamento resultante de esas elecciones.
En enero de este año, Borrell apuntó en una nota que las condiciones en que se realizaron esas elecciones legislativas en Venezuela «no permiten a la UE reconocer el proceso electoral como creíble, inclusivo o transparente».
Sin embargo, representantes del gobierno y una parte de la oposición de Venezuela ya realizaron tres rondas de diálogo en México, y esas conversaciones abrieron la puerta a la participación opositora en las elecciones de este año.