Digo es una red social de pagos que plantea un modelo adaptado a la realidad venezolana
Entre 150 y 200 usuarios por día se están incorporando al ecosistema de pagos digitales Digo, en buena medida porque está desarrollando funciones y posibilidades que no solo permiten tener múltiples sistemas de pago, sino porque resuelve problemas tan agudos como cotidianos de las personas.
Julio Mier y Terán, presidente ejecutivo de Digo Pago Sistemas, sostiene que la clave del crecimiento está en una propuesta accesible, segura y muy amigable de usar para diferentes tipos de usuarios, diseñada «in house» para satisfacer necesidades concretas de los usuarios venezolanos.
En conversación con Banca y Negocios, Mier y Terán destacó que Venezuela va claramente a una economía con transacciones 100% digitales y eso es solo cuestión de tiempo, más que de la voluntad de los agentes económicos, porque, más allá de la disposición del Ejecutivo nacional, están las tendencias globales de las que el país no puede alejarse.
Y en esa línea, Digo, como una de las cinco plataformas digitales de pago autorizadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), como Proveedores No Bancarios o PSP, desarrolla soluciones para pagar instantáneamente consumos en comercios; gestionar gastos a través de cuentas para personas naturales y jurídicas; manejar tesorería y servicios financieros en empresas; pagar servicios públicos; cancelar ventas con delivery en redes sociales; y ahora está desarrollando un mecanismo para pago de transporte público sin plástico, sino a través de una tarjeta digital con código QR.
Mier y Terán sostiene que «la solución tiene múltiples maneras de pagar, como P2P –pago entre personas-, P2C –personas a comercio-, cobros entre comercio y persona, y recientemente incorporamos B2B que son pagos entre comercios o entre empresas; por ejemplo, una empresa puede pagar a sus proveedores con Digo»
«Nuestros códigos QR tienen un habilitador de experiencia de usuario para que sea más sencilla. Cuando un usuario va a pagar en un comercio se escanea el código y los fondos se transfieren de inmediato, no como en las transferencias bancarias que implican una espera de 24 horas, de manera que no hay un proceso de compensación; todo es al instante», refiere Julio Mier y Terán.
– Ecosistema en bolívares pero listo para ser multidivisa –
Consultado sobre la crisis del vuelto en divisas y las dificultades para hacer operaciones en efectivo, el presidente ejecutivo de DigoPago Sistemas señala que una billetera digital como Digo puede ser la solución más eficiente; sin embargo, aunque la plataforma está lista para operar con moneda extranjera, la regulación que la rige solo permite transacciones en moneda local.
«Cuando decimos vuelto, estamos hablando de una operación netamente financiera y no estoy claro en que una cadena de supermercados o farmacias pueda abrir una billetera digital propia sin estar legalmente autorizada, y dejar un vuelto guardado. En cambio, Digo, que tiene las autorizaciones y avales necesarios, lo puedo hacer sin ningún tipo de problema», señala el ejecutivo.
Evidentemente, la dolarización «es una realidad, pero los bancos centrales defienden la moneda local, para eso están. La verdad es que sería conveniente tener plataformas locales multimoneda, pero para eso se tiene que cambiar el marco normativo. Y eso es responsabilidad del Banco Central», apunta Mier y Terán.
– En solo 7 minutos –
Abrir una cuenta en Digo es un proceso que solo toma 7 minutos. Las cuentas pueden ser de personas naturales y empresas. Además, la plataforma permite tener hasta 10 cuentas asociadas, lo cual genera un poderoso sistema de control financiero parametrizable, que permite desde hacer la gestión de tesorería de una empresa hasta asignar y supervisar las mesadas de los hijos.
Para las empresas, la App se complementa con una página web exclusiva para organizaciones asociadas que permite manejar operaciones financieras, como, por ejemplo, monitorear eficazmente todas las transacciones, las cuales se pueden bajar en formato Excel para que sea más fácil la conciliación; administrar diferentes sucursales y hacer cortes por caja y cajeros; pagar a proveedores y hacer depósitos automáticos de dinero en diferentes bancos, de manera que la Tesorería puede parametrizar estas transacciones para que se ejecuten de manera automática.
«Los bancos se han venido cerrando en materia de apertura de cuentas, en parte por la pandemia y otros temas financieros, de manera que nosotros le damos al usuario la posibilidad de abrir una cuenta personal desde su casa u oficina, e incluso abrir otras cuentas, por ejemplo, a un hijo o facilitar que, si tiene más de 13 años, abra su propia cuenta», subraya Mier y Terán.
– Ventajas concretas –
La seguridad de las transacciones es un elemento clave para masificar las plataformas de pagos digitales, como Digo, por lo que esta billetera digital cuenta no solo con los permisos necesarios, sino que realizó, antes de su lanzamiento, diversas pruebas anti hackers con proveedores de alto nivel, que le permitieron obtener una certificación internacional de seguridad.
«Tenemos el pago P2P o recarga de la billetera vía pago móvil, una función que pocos proveedores ofrecen y es una diferencia notable, porque nuestra plataforma tiene como oferta básica practicidad y rapidez. Si bien es cierto que la recarga también se puede hacer a través de una transferencia bancaria, esta función hace que el ingreso de fondos se concrete de manera inmediata», dice el ejecutivo.
La plataforma, además, se aloja en Amazon Web Service, una poderosa infraestructura que garantiza continuidad en la actividad del sistema, con alta disponibilidad. Además, cuenta con certificaciones para sistemas Android e IoS.
«Y tenemos por detrás a Tranred, que es una procesadora de pagos con 31 años en el mercado, y que nos sirve de soporte back up para los temas de infraestructura, conectividad y monitoreo de la aplicación», cuenta Mier y Terán.
Recientemente, se incorporó Digitel al módulo que pago de servicios, que está en permanente ampliación.
– Vender en redes y cobrar seguro –
Julio Mier y Terán, presidente ejecutivo de DigoPago Sistemas, sostiene que la economía venezolana está llena de oportunidades que una plataforma de pagos puede aprovechar, si tiene la flexibilidad y la robustez de desarrollo necesarias.
Un ejemplo concreto es el delivery como canal. «Nuestra visión es proveer un medio de pago seguro donde sea el comerciante, y no el motorizado, el que cobre la venta».
Y cómo funciona: si una persona o comercio vende artículos por Instagram, Telegram o WhatsApp puede enviar una factura electrónica encriptada en un link al teléfono del comprador, quien al abrirla se conecta con Digo para procesar el pago, el cual se concreta de manera inmediata; de manera que el motorizado solo tiene que entregar el producto.
Igualmente, Digo permite hacer transferencias a bancos, lo que significa que no necesariamente el dinero se queda en la plataforma, sino que el usuario puede moverlo según sus necesidades.
Julio Mier y Terán explica que estas plataformas permiten enfrentar problemas como la exclusión financiera, abriendo espacio para que muchas personas, que no quieren o no pueden tener acceso a la banca, tengan cuentas y puedan hacer transacciones digitales
«En la economía informal, los comerciantes pagan altas comisiones por usar puntos de venta de terceros, y ahora podrían pagar y cobrar en Digo con su propia cuenta, y de ahí pueden pagar a proveedores, por ejemplo», apunta Mier y Terán.
– Precios competitivos e interoperabilidad –
Otro objetivo que se plantean los desarrolladores de Digo es que tenga costos transaccionales competitivos. «Ciertamente, estamos atados a los costos de la banca, porque todavía en Venezuela, estos ecosistemas dependen de los bancos para la recarga y los pagos, pero tratamos de mantener una estructura de costos claramente competitiva, porque si estas plataformas son caras, el proceso de digitalización de los pagos no tendrá la velocidad adecuada».
Otro reto fundamental -dice Mier y Terán- es la interoperabilidad de las plataformas, pues hasta ahora se ven desarrollos autónomos que se conectan con bancos, pero que no se comunican entre sí, como en otros mercados.
«La banca no puede vernos como una competencia, sino más bien como un aliado que va a facilitar las transacciones en el país», concluye el ejecutivo».
– Nuevas soluciones –
Las plataformas digitales deben ser flexibles y escalables por diseño, porque no serán exitosas si no tienen la capacidad de incorporar las funciones nuevas que sus usuarios requieren. Esa capacidad de adaptación rápida a un entorno cambiante es otro poder que proporciona la tecnología.
En este sentido, Digo tiene listo, a la espera de los avales del Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), un sistema de pago para transporte público que excluye la compra y consecuente recarga de una tarjeta, sino que funciona a través de un carnet de emisión completamente digital, que se puede imprimir, para cancelar el pasaje a través de la lectura de un código QR que habilita un pago automático, a través del teléfono del prestador del servicio.
«Al transportista le damos el servicio de punto de venta, que puede ser a través de su teléfono inteligente, habilitando en la aplicación de Digo la cuenta como transportista, o mediante un punto de venta Android de 1.000 Pagos, con la solución de transporte público alojada. La cámara lectora va a estar permanentemente activa para que las personas pasen rápidamente, y lo que el conductor va a sentir es un sonido que le indica que el pago está aprobado. Si escucha un sonido distinto de alarma es que el pago fue rechazado», explica Julio Mier y Terán.
Igualmente, Digo está habilitando pagos vía SMS, porque sus desarrolladores buscan mantener la operatividad de la plataforma aún con fallas de conexión a Internet.
Con tecnología adecuada se pueden abaratar las transacciones y, sobre todo, facilitar las vidas de las personas, en un entorno que será completamente distinto, incluso por el efecto de la pandemia de covid-19 que, sin duda, transformará todos los mercados en demanda de mayor seguridad sanitaria.
«Todo indica que los ecosistemas de pago digitales pasarán a ser el modelo primario», dice Julio Mier y Terán, quien señala que en Venezuela se están dando pasos adecuados, por lo que mira el futuro con optimismo con la idea de que Digo sea un actor clave en un nuevo sistema de pagos.
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