La justicia venezolana otorgó prisión domiciliaria al parlamentario opositor Ismael León, detenido el pasado martes por agentes de inteligencia, informaron fuentes de su entorno.
A León «le otorgaron casa por cárcel», publicó en Twitter el partido Voluntad Popular, en el cual militan el legislador y el jefe del Parlamento Juan Guaidó, reconocido por medio centenar de países como presidente encargado de Venezuela.
Previamente, Voluntad Popular había señalado que León y su asistente Alexander Mattos habían sido «puestos en libertad condicional».
El congresista fue aprehendido cuando se dirigía en la mañana a una sesión legislativa, sin que hasta el momento se conozcan los cargos.
Su abogado, Joel García, dijo a periodistas que fue sometido a una audiencia en la madrugada sin que fuera convocada la defensa.
García denunció que no ha podido conocer «cuáles son los delitos que les imputaron».
El jurista sostuvo que a León le fue violada la inmunidad parlamentaria y que su captura fue ordenada por el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro.
En un comunicado de Voluntad Popular, la hija del legislador, Abril León Vásquez, explicó que su padre recibió la medida de casa por cárcel debido a problemas cardíacos y de hipertensión.
El también diputado opositor Alfonso Marquina aseguró que la detención de su colega se produjo en represalia por haber apoyado la reelección de Guaidó como titular del Parlamento, de mayoría opositora, cargo desde el cual reclamó la presidencia interina hace exactamente un año.
«Eso no se lo perdonan a Ismael (…) ni a todos los diputados que demostramos dignidad y honestidad», afirmó Marquina, quien acusa a un grupo de legisladores opositores de haber recibido sobornos del gobierno para retirar su apoyo a Guaidó el pasado 5 de enero.
«Igual, en su casa o en una de las mazmorras de la dictadura, él se encuentra privado ilegalmente de la libertad», afirmó el diputado.
El mismo día que León fue interceptado, la oposición denunció un allanamiento en Caracas a las oficinas de Guaidó, quien realiza una gira internacional que lo ha llevado a Bogotá, Londres, Bruselas y Davos para elevar la presión contra Maduro.
El gobierno chavista negó que esa acción policial fuese contra el líder opositor.
Según la ONG Foro Penal, en Venezuela hay unos 388 «presos políticos», entre ellos los legisladores opositores Gilber Caro y Juan Requesens.