Docentes a lo largo del país alertan que no hay condiciones para reinicio de clases

Un panorama desolador es el que describen maestros y profesores de cara al año escolar 2021-2022 en  Venezuela.

En particular, en el estado Lara donde los docentes señalaron que las infraestructuras están destruidas y desvalijadas por la delincuencia.

De igual forma, declararon la ausencia de beneficios laborales ha ocasionado la deserción de gran parte de los profesionales.

“Más del 90 % de las instituciones educativas no cuentan con los servicios mínimos de agua, infraestructura o bioseguridad”, acotó Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores del estado Lara.

En Guárico, el gremio educativo rechazó el retorno a clases presenciales, puesto que el personal no ha sido vacunado contra la Covid.19. También, expresaron que sus salarios son insuficientes para subsistir.

“Aquí los docentes, los alumnos y los representantes se están muriendo de hambre”, señaló Iris Álvarez, docente y representante del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez.

Mientras tanto, en Nueva Esparta las autoridades regionales de educación aseguraron que las instituciones no cuentan con servicios básicos como agua potable y electricidad, además de inmobiliario, puesto que los equipos y materiales han sido sustraídos de los planteles.

“En nuestras escuelas se han robado desde los marcos de las puertas hasta los utensilios de cocina, los pupitres. Entre los educadores no se llega al 40 % de vacunación”, sentenció Celis Rodríguez, director de educación de la Gobernación de Nueva Esparta.

– Medidas especiales –

Por su parte, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales propuso un cuerpo de medidas “científicas robustas”, entre las que se cuentan la vacunación completa del personal docente, administrativo, obrero y estudiantes y el uso obligatorio de la mascarilla en los salones de clases y exteriores de los ambientes escolares.

La Academia propone la realización de actividades en espacios abiertos, en los que se garantice con señalización y supervisión el debido distanciamiento social y, además, que se alterne la asistencia de grupos pequeños en esquemas flexibles ajustados al centro educativo.

Como parte de las medidas planteadas por la Academia, se propone el establecimiento de un sistema de monitoreo, a través de encuestas, que permita detectar y aislar infecciones.

«Además, debe permitirse a los planteles tomar las medidas necesarias a fin de detener un posible brote epidémico, suspendiendo las actividades, en caso que lo amerite”, indica la Academia.