Estados Unidos presionó este miércoles a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a rendir cuentas por el envío de médicos de Cuba a Brasil, y advirtió que el dinero de los contribuyentes estadounidenses será para organismos afines a sus «valores».
El secretario de Estado del gobierno de Donald Trump acusó a la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de «facilitar el trabajo forzado» de doctores cubanos bajo el programa «Mais Médicos» de Brasil.
«La OPS debe explicar cómo llegó a ser el intermediario en un plan para explotar a los trabajadores médicos cubanos en Brasil», dijo Mike Pompeo a periodistas.
«Debe explicar cómo llegó a enviar 1.300 millones de dólares al asesino régimen de Castro» y «por qué no buscó la aprobación del Consejo Ejecutivo, su propio Consejo Ejecutivo, para participar en este programa», añadió.
Pompeo instó a la OPS a aclarar «quién en la organización aprobó un acuerdo potencialmente ilegal» y «qué hizo con los 75 millones de dólares que recaudó».
El organismo regional, cuya fundación en 1902 fue impulsada por Estados Unidos, «necesita emprender reformas para evitar que esas cosas vuelvan a suceder», indicó.
«Como lo hicimos con la OMS, la administración Trump exigirá la rendición de cuentas de todas las organizaciones internacionales de salud que dependen de los recursos de los contribuyentes estadounidenses», afirmó Pompeo.
«Nuestro dinero debe respaldar cosas que crean valor y respaldan nuestros valores».
Trump anunció recientemente su decisión de cortar los lazos del país con la OMS, acusándola de ser una «marioneta» de China durante la pandemia de covid-19.
La OPS, con sede en Washington, no ha contestado a un pedido de comentarios de AFP.
Su directora, Carissa Etienne, dijo a fines de abril a periodistas que «el 60% de la financiación de la OPS proviene del gobierno estadounidense», pero no especificó el monto del aporte, que tildó de «realmente central» para la institución.
– «Amenaza a la paz» –
Cuba rechazó los «propósitos agresivos» de Pompeo, a quien consideró un «exponente de la actual política exterior corrupta e inmoral de Estados Unidos».
«Demuestra aislamiento al atacar a la OPS y a la cooperación médica de Cuba. Es una amenaza a la paz», tuiteó el canciller cubano Bruno Rodríguez.
El programa «Mais Médicos» de Brasil fue lanzado en 2013 por la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) para atender regiones pobres y zonas rurales, a través de un convenio con la OPS.
«La OPS/OMS es la organización a cargo de facilitar la migración profesional temporal de los médicos cubanos y monitorear su inserción en los equipos de atención básica», informó el propio organismo sobre este «acuerdo de cooperación sur-sur».
La iniciativa, por la cual más de 8.000 médicos fueron enviados por La Habana a Brasil según cifras oficiales, fue considerada «un ejemplo de cooperación internacional exitosa» por la OPS, que publicó un libro sobre la experiencia.
Al renovar el convenio en 2016, Etienne agradeció a ambos países la oportunidad que significó para el organismo regional «servirles en el proceso» que posibilitó el programa.
Pero en noviembre de 2018, La Habana retiró a sus médicos antes de que asumiera el actual presidente Jair Bolsonaro, quien había comparado con la «esclavitud» que los médicos debieran entregar una parte de su salario al gobierno cubano.
El mes pasado, el gobierno de Bolsonaro entregó licencias para ejercer la medicina a más de 150 doctores cubanos que optaron por quedarse en Brasil después de que La Habana pusiera fin a su participación en «Mais Médicos», y los contrató para luchar contra la covid-19.
En diciembre de 2018 cuatro médicos cubanos que desertaron demandaron a la OPS ante una corte federal en Miami por su rol en «Mais Médicos».
Su abogado, Samuel J. Dubbin, dijo en septiembre de 2019 a la AFP que «por cada dólar que Brasil pagaba por los servicios de los doctores, la OPS enviaba 85% a Cuba, entre 5 y 10% para los médicos y la OPS se quedaba con el 5% restante».
La venta de servicios médicos es la principal fuente de divisas de Cuba, que en 2018 ganó 6.300 millones de dólares por sus misiones en todo el mundo, según cifras oficiales.