Estados Unidos señaló el jueves que Rusia no ha decidido aún invadir Ucrania, y advirtió que está preparado tanto para continuar dialogando como para responder «con firmeza» en caso de ataque, tras una semana de intensa diplomacia que no logró aventar la amenaza de un nuevo conflicto en Europa.
Funcionarios rusos discutieron las tensiones en una reunión en Viena con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la tercera ronda de tratativas diplomáticas esta semana después de conversaciones directas con Estados Unidos y la OTAN.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Joe Biden, sostuvo que Estados Unidos «no se hace ilusiones» sobre Rusia, pero espera que siga siendo posible una solución pacífica.
«Estamos listos para avanzar en la mesa de negociaciones», dijo a periodistas en la Casa Blanca. «Y estamos listos para tomar las medidas necesarias y adecuadas para defender a nuestros aliados, apoyar a nuestros socios y responder con firmeza a cualquier agresión manifiesta que pueda ocurrir».
Occidente acusó a Rusia de desplegar tanques, artillería y unos 100.000 soldados en la frontera oriental de Ucrania, en lo que la OTAN considera una preparación para una invasión.
Pero Moscú asegura que es una respuesta a lo que ve como la creciente presencia de la OTAN en su esfera de influencia, donde se opone ferozmente a la expansión de la alianza atlántica.
«La comunidad de inteligencia no ha hecho una evaluación (que señale) que los rusos hayan decidido definitivamente tomar un curso de acción militar en Ucrania», afirmó Sullivan. «Entonces, tal como están las cosas en este momento, Rusia tiene la oportunidad de sentarse a la mesa» de negociaciones, señaló.
– «Riesgo de guerra» –
La OSCE, fundada durante la Guerra Fría para favorecer el diálogo Este-Oeste y uno de los pocos foros en el que participan tanto Washington como Moscú, abordó las tensiones en una reunión en Viena con 57 naciones.
«Parece que el riesgo de guerra en la zona de la OSCE nunca ha sido tan intenso en los últimos 30 años», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, que preside la OSCE este año.
Helga Schmid, secretaria general de la OSCE, señaló que la situación en la región es «peligrosa».
«Es imperativo que encontremos un camino a través de la diplomacia para reducir la tensión y comenzar a reconstruir la confianza, la transparencia y la cooperación», indicó.
Biden advirtió a Rusia que habrá consecuencias si hay una invasión, mientras los senadores del gobernante Partido Demócrata preparan un paquete que incluiría sanciones contra el presidente Vladimir Putin, su círculo cercano y los bancos, así como 500 millones de dólares en nueva ayuda militar a Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que cualquier sanción personal contra Putin «cruzaría la línea y sería comparable a una ruptura de relaciones».
– Fuerzas en Venezuela o Cuba y «decepción» rusa –
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, quien encabezó las conversaciones con Estados Unidos esta semana, sostuvo en una entrevista con el canal en ruso RTVI que no ve «razones para sentarse a conversar en los próximos días para (…) comenzar las mismas discusiones».
Ryabkov no descartó que, si la diplomacia falla, Moscú despliegue infraestructura militar en Venezuela o Cuba, sus aliados en América Latina. «No quiero confirmar eso (…) ni excluirlo», dijo.
Sullivan calificó los comentarios de Ryabkov de «bravuconadas» y remarcó que Rusia no planteó la idea en las discusiones.
«Si Rusia se moviera en esa dirección, nos ocuparíamos del tema decididamente», aseguró Sullivan.
El representante de Rusia ante la OSCE, Alexander Lukashevich, afirmó que su país espera más «discusiones sustanciales y profundas».
«En gran medida es una decepción», manifestó, y agregó que Putin sería informado y «determinaría el nivel de preparación para tomar medidas adicionales, en qué formato y en qué plazo».
De su lado, el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó que no debería haber conversaciones con las autoridades rusas sobre el destino de Ucrania mientras Moscú esté concentrando tropas en la frontera del país.
«Los movimientos rusos son parte de la presión», estimó Borrell, insistiendo en que «no debería haber negociación bajo presión».
Pero el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, consideró «absolutamente esencial» que el diálogo actual reduzca tensiones.
Las conversaciones deberían llevar a una forma de «evitar cualquier tipo de confrontación que será un desastre para Europa y para el mundo» si ocurre, señaló a periodistas.
Las conversaciones se complican por la situación poco clara sobre el terreno en el este de Ucrania controlado por los rebeldes, donde la OSCE ha estado encargada desde 2014 de garantizar que se respeten los acuerdos de paz de Minsk.
Pero eso no ha logrado poner fin a los combates en la región, con un deterioro de las condiciones para los observadores de la OSCE en áreas controladas por separatistas prorrusos.