Fuerzas especiales de Estados Unidos y Colombia, aliados en la ofensiva diplomática contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, realizaron ejercicios conjuntos de paracaidismo en el marco de su creciente cooperación frente a «amenazas trasnacionales».
Los militares de ambos países practicaron operaciones de salto en Tolemaida, la mayor base del Ejército colombiano ubicada en el municipio de Melgar, a 123 km de Bogotá, donde se han entrenado unidades colombianas de contraguerrilla y antiterrorismo con la asesoría de Estados Unidos.
El ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo y el embajador de Washington en Bogotá, Philip Goldberg, viajaron hasta el fuerte militar para observar las maniobras aerotransportadas y de dominio aéreo. Militares de Brasil participaron como observadores.
«El objetivo de este ejercicio es el de continuar fortaleciendo la interoperabilidad de nuestras fuerzas», dijo a la prensa Holmes Trujillo, quien subrayó la importancia para el gobierno de contar con «aliados firmes como Estados Unidos y Brasil para enfrentar las amenazas trasnacionales».
En los ejercicios participaron 75 paracaidistas de la 82ª División Fort Bragg de Carolina del Norte y 40 miembros del Ejército Sur de los Estados Unidos, además de soldados del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Colombia.
El mando militar de Colombia y el comandante del Ejército Sur de los Estados Unidos, Daniel Walrath, supervisaron los ejercicios.
– La amenaza venezolana –
Las maniobras siguieron a la visita que realizó a inicios de semana el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien se reunió en Bogotá con el presidente Iván Duque y el opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países.
Pompeo, quien participó en una conferencia regional contra el terrorismo, anunció más apoyo a Guaidó en sus esfuerzos por terminar con lo que llamó la «tiranía» de Maduro.
Al mismo tiempo denunció el amparo del gobierno venezolano a la milicia chiita Hezbolá, considerada por Estados Unidos como el brazo «terrorista» de Irán.
Este domingo el embajador estadounidense insistió en que «Venezuela representa una amenaza y riesgo» para la región, pero evitó relacionar los ejercicios en Tolemaida con una futura intervención militar en Estados Unidos, una opción evocada en el pasado por la Casa Blanca.
«Este ejercicio no es solo de preparación, sino que también demuestra unidad regional», apuntó Goldberg, y subrayó que Washington seguirá «trabajando con todos los países amigos y aliados» en contra del terrorismo.
De su lado, el ministro de Defensa resaltó que los ejercicios militares le permitirán a ambos países «obtener resultados muy contundentes» en la lucha contra las drogas.
Después de décadas de cooperación militar y miles de millones de dólares invertidos, Colombia sigue siendo el principal proveedor mundial de cocaína y Estados Unidos el mayor consumidor de esa droga.
Los gobiernos de Donald Trump y de Iván Duque también trabajan de la mano para precipitar un cambio de gobierno en Venezuela, tras desconocer el más reciente mandato de Maduro – iniciado en enero de 2019 – por supuesto fraude en las elecciones.
En medio de una severa crisis económica y política, unos 4,6 millones de venezolanos han migrado de su país y 1,6 están en Colombia.
Pese a la presión dentro y fuera de Venezuela, Maduro se mantiene en el poder respaldado por las fuerzas de seguridad, así como de Cuba, Rusia y China.