Con renovado impulso internacional, el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición reanudarán este 25 de noviembre en México negociaciones sobre la crisis de Venezuela, tras 15 meses de interrupción que oxigenaron al chavismo.
La agenda se mantiene sin cambios: los opositores insisten en pedir un cronograma rumbo a elecciones presidenciales «libres», previstas para 2024, tras acusar a Maduro de conseguir la reelección fraudulentamente en 2018, mientras el gobernante exige levantar las sanciones que Estados Unidos impuso a la otrora potencia petrolera.
Pero analistas como el consultor político Pablo Andrés Quintero consideran que el contexto internacional, además de un debilitamiento de la oposición, han quitado «incentivos» para que Maduro ceda en las negociaciones.
La crisis energética que desató la guerra en Ucrania elevó el atractivo del crudo venezolano para Washington, al tiempo que la región experimenta un viraje político a la izquierda.
El reinicio del diálogo fue anunciado el miércoles por el presidente colombiano, Gustavo Petro, indicando que la ronda se extenderá hasta el sábado.
Una fuente vinculada a las negociaciones confirmó a la AFP que Ciudad de México será nuevamente la sede de las conversaciones, al igual que en agosto de 2021.
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La misma fuente indicó que las delegaciones llegarán a la capital mexicana el viernes y sostendrán una «jornada de trabajo en la tarde».
El sábado prevén firmar un primer acuerdo sobre aspectos sociales, pero todavía no hay consenso en torno a asuntos clave como las próximas elecciones y sus condiciones, agregó.
No obstante, la oficina del dirigente opositor Juan Guaidó llamó el miércoles vía Twitter a esperar a que la reunión sea confirmada por fuentes oficiales y a no especular sobre el reinicio del diálogo.
Impulso internacional
Petro, primer mandatario izquierdista de Colombia, manifestó disposición para apoyar los contactos entre ambas partes.
Desde que asumió el poder el 7 de agosto, el mandatario colombiano estrecha lazos con Caracas. Los dos países retomaron las relaciones diplomáticas, rotas desde 2019 por las diferencias entre el entonces presidente de Colombia, Iván Duque (2018-2022), y Maduro.
Venezuela, en tanto, acoge los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La reunión consolida el impulso dado el pasado 11 de noviembre en París cuando Petro, junto el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el de Argentina, Alberto Fernández, y la canciller noruega, Anniken Huitfeldt, se reunieron con los principales negociadores del chavismo y de la oposición.
Tras el encuentro, realizado durante la quinta edición del Foro de París sobre la Paz, los dignatarios llamaron públicamente a las partes a retomar el diálogo y consideraron, en una declaración conjunta, la negociación como «única vía» para superar la crisis que ha forzado la migración de 6,8 millones de venezolanos, según Naciones Unidas.
Los representantes de Maduro y la oposición, Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde, respectivamente, no se han pronunciado hasta ahora sobre la reanudación de contactos en México.
El chavismo y la oposición entablaron diálogos en México en agosto de 2021tras fallidas iniciativas en 2018 en República Dominicana y 2019 en Barbados. Maduro los congeló dos meses después por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, próximo al gobierno y enjuiciado por lavado de dinero.
Crisis energética y en la oposición
El escenario local y mundial ha cambiado desde entonces. Guaidó está disminuido. Ha perdido aliados clave desde que en 2019 se autoproclamó presidente encargado con respaldo de medio centenar de países encabezados por Estados Unidos.
Los partidos opositores también se debilitaron: perdieron las elecciones regionales del año pasado, en las que participaron tras boicotear por denuncias de fraude las presidenciales de 2018 y las legislativas de 2020, y su poder para convocar protestas se desplomó.
Maduro, en tanto, busca contactos directos con la administración de Joe Biden, que envió delegados a Caracas en mayo y junio.
Washington, oficialmente, sigue desconociendo a Maduro y considera a Guaidó líder «legítimo» de Venezuela, pero expresó disposición a revisar sus sanciones, que incluyen un embargo petrolero, en medio de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Europa también busca salidas y Maduro dice estar «listo» para proveerle petróleo y gas.
El 7 de noviembre, en la Conferencia Internacional contra el Cambio Climático (COP27) en Egipto, Maduro conversó informalmente con Macron, quien le llamó a «emprender un trabajo bilateral útil». Francia también desconoce a Maduro.
En la región, además de Colombia, Chile y Brasil eligieron a presidentes izquierdistas este año, que sumados a los de México, Argentina, Bolivia y Perú conforman, según analistas, una nueva ola progresista en la región.
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